The Project Gutenberg EBook of Descripcion Geografica De Un Nuevo Camino De La Gran Cordillera,, by J. Sourryere De Souillac This eBook is for the use of anyone anywhere in the United States and most other parts of the world at no cost and with almost no restrictions whatsoever. You may copy it, give it away or re-use it under the terms of the Project Gutenberg License included with this eBook or online at www.gutenberg.org. If you are not located in the United States, you'll have to check the laws of the country where you are located before using this ebook. Title: Descripcion Geografica De Un Nuevo Camino De La Gran Cordillera, Para Facilitar Las Comunicaciones De Buenos-aires Con Chile Author: J. Sourryere De Souillac Release Date: April 2, 2019 [EBook #59189] Language: Spanish Character set encoding: UTF-8 *** START OF THIS PROJECT GUTENBERG EBOOK DESCRIPCION GEOGRAFICA DE UN *** Produced by Adrian Mastronardi, K. Eckardt and the Online Distributed Proofreading Team at http://www.pgdp.net (This file was produced from images generously made available by the Bibliothèque nationale de France (BnF/Gallica) at http://gallica.bnf.fr)
Nota del transcriptor: La ortografía del original fue conservada, no ha sido actualizada. Algunos errores tipográficos han sido corregidos; la versión corregida está acompañada de una [Nota del transcriptor] con la versión original. |
POR
J. SOURRYERE DE SOUILLAC,
MAESTRO DE MATEMATICAS
DE LA ACADEMIA DE ARQUITECTURA NAVAL DEL DEPARTAMENTO
DEL FERROL, EN EL REINO DE GALICIA, PRIMER ASTRONOMO DE LA TERCERA
COMISION DEMARCADORA DE LIMITES, E INGENIERO COMISIONADO POR EL GOBIERNO
DE BUENOS-AIRES PARA ESTE RECONOCIMIENTO.
Primera Edicion.
BUENOS-AIRES.
IMPRENTA DEL ESTADO.
1837.
Cuando D. Pedro de Valdivia echó los cimientos de la ciudad, destinada á ser cabeza del nuevo reino de Chile, le señaló cien leguas al este de su asiento, sin pararse en el obstáculo que le oponian los Andes; y este singular pensamiento, de reunir bajo la misma autoridad dos provincias divididas por la naturaleza, fué realizado por D. Garcia Hurtado de Mendoza, que encargó á Pedro del Castillo de fundar San Juan y Mendoza en los terrenos de los Coyunchos1, sobre la raya oriental de la jurisdiccion de Santiago.
La segunda de aquellas ciudades, en mas inmediato contacto con los indios, nunca pudo adelantar en poblacion, á pesar de su suelo feraz, y de un clima benigno. Estrechada por las ciénagas al norte, debia haberse extendido hácia el sur, donde estaban sus mejores campos; pero todos ellos invadidos por los salvages, cuya proximidad amagaba la única comunicacion que las provincias Argentinas mantenian con las Chilenas, por uno de los puntos mas escabrosos de la gran Cordillera: — no porque faltasen otros, sino por la indolencia del gobierno español en hacer explorar los pasos de los Andes; como sucedió con el que forma el asunto del presente diario, que quedó ignorado hasta el año de 1803, y á cuyo descubridor se le dejó morir en la miseria.
La misma suerte cupo á D. José Sourryère de Souillac, encargado[II] de examinarlo. Calculando desde luego todas las ventajas que podrian sacarse de este descubrimiento, extendió sus observaciones hasta las costas del Pacífico, y demostró la posibilidad de abrir un canal navegable desde San Agustin de Talca2 hasta la boca del Maule, por medio del Rio Claro y del Lontué: por este arbitrio, y por las comunicaciones existentes, ó posibles, con Concepcion, Santiago y Valparaiso, convertia en un foco principal de comercio á uno de los puntos mas retirados del reino de Chile. En estas investigaciones procedió con una nimiedad escrupulosa: no se contentó con representar los rasgos mas prominentes del terreno, sino que indicó sus mas pequeños accidentes, sin apercibirse que esta superabundancia de detalles perjudicaba á la claridad de su narracion; resultando lo que dice Voltaire de los maestros de baile, que echan á perder sus cortesias por el demasiado cuidado que ponen en hacerlas. Pudo haber atenuado este defecto, ilustrando este informe con un mapa; pero, ó no lo hizo, ó se extravió su trabajo, habiendo salido infructuosas todas las diligencias que hemos practicado para descubrirlo. Sin embargo, entre tantos pormenores de ningun uso por ahora, por el atraso en que está la topografia de estas provincias, hay algunos que pueden contribuir á perfeccionarla. En ninguna obra impresa ó inedita, se hallan calculadas con mas precision las distancias como en estos itinerarios de Souillac; y cuando algun génio benéfico abra las puertas de los Andes, como Napoleon allanó las huellas de los Alpes, entonces se valorará todo el mérito de estas apuntaciones.
Talvez se hubiera realizado el proyecto de hacer transitable el camino de las Damas3, si este descubrimiento no se hubiese retardado hasta el último período, y el mas borrascoso, del gobierno peninsular. Nadie mejor que el virey Sobremonte podia apreciar su importancia, por haberse hallado al frente de la provincia de Mendoza cuando se trató con mas fervor de mejorar sus tránsitos. Un tal Serra-Canals, que se titulaba "Superintendente de las obras del Rey y del público en la provincia de Cuyo," se habia comprometido á construir un magnífico puente sobre el Desaguadero, y á aumentar el caudal de sus[III] aguas, sea derivándolas del Tunuyan, sea encajonando las de las Lagunas de Guanacache, hasta agotar algunas de ellas. Planos tan atrevidos acobardaron al Cabildo de Mendoza, que enredó en pleitos y reclamaciones al autor de estos proyectos. Existen quince cuerpos de autos sobre la materia, que son un comprobante mas de los obstáculos que opone la ignorancia á todo pensamiento noble y provechoso4.
Ni es este el único ejemplo del indiferentismo de aquel tiempo: otro no menos notable ministra la historia de la misma provincia. — Cerca de 1764 D. Francisco Javier de Olivares, vecino de Mendoza, informó á D. Ventura de Santelices, Superintendente de la Mita de Potosí, sobre la riqueza del mineral de Uspallata5. El Presidente de Chile, de quien dependian entonces las provincias de Cuyo, dictó varias providencias, y hasta destinó fondos para el rescate de los metales. Su explotacion era fácil; lo único que les faltaba eran trabajadores, que se les proporcionaron provisoriamente con negros y delincuentes. El Rey aprobó estas medidas en sus cédulas de 12 de Marzo de 1763, y 7 de Setiembre de 1768, y cuando ya no quedaban mas obstáculos que vencer, la fuerza de inercia que gravitaba sobre todos los actos de la administracion colonial, disipó tan bellas esperanzas, é hizo perder hasta el recuerdo de las minas de Uspallata.
Desatendidos los medios de prosperidad, no se pensaba tampoco en los de conservacion. Los clamores de los habitantes de Mendoza, y las[IV] representaciones de sus delegados, no bastaron á preservarlos de las incursiones de los indios: librados á la única resistencia que podia oponerles el Fuerte de San Carlos, cuya guarnicion se componia de cincuenta blandengues, vivian en continuas zozobras, y tenian á veces que atrincherarse en sus propios hogares.
Tal era el estado de las provincias fronterizas de Cuyo, cuando los Gobiernos de Buenos Aires y Chile recibieron informes de la existencia de caminos mas fáciles al sur de Mendoza. Mas diligentes de lo que se habian mostrado hasta entonces, encargaron su exploracion á los que los habian manifestado; y mientras que D. Justo Molina bajaba por los valles de Alicó6 y Antuco7, y D. José Barros, por los de Anchoa8 y Achihuenú, D. Santiago Cerro y Zamudio se dirigia á la ciudad de Talca por el boquete de Atuel. Con estos preliminares se dispuso un reconocimiento mas formal de este último paso, y la eleccion recayó en un extrangero, que habia servido con distincion en la última demarcacion de límites. Las circunstancias no podian ser mas á propósito: los Pehuenches, naturalmente belicosos é indómitos, vivian en tregua con sus vecinos, y hasta se brindaron á escoltar á los comisionados. Uno de sus caciques indicó al autor del presente diario otro punto mas abordable, y le trató con mas comedimiento que el Comandante de la expedición. Coartado en sus observaciones, el que debia desempeñar el principal papel en este reconocimiento, tuvo que someterse al capricho de un oficial ignorante. Por poco no se desbandaron los indios, á quienes este gefe exigia auxilios gratuitos que no estaban obligados á prestarle. En una de estas riñas, cuyo desenlace podia comprometer el buen éxito de la empresa, se ofreció Souillac á permanecer en cautiverio para evitar un rompimiento. Se serenaron los ánimos, pero no dejaron de vengarse los caciques, que desde entonces ocultaron á los Españoles los conocimientos que solo ellos podian darles. Sin embargo logró Souillac hacer algunas observaciones importantes: reconoció, por ejemplo, que el cerro que Zamudio nombró del Diamante, situado en la entrada del boquete del Atuel, pertenece á la[V] cadena principal de los Andes, y que no debe confundirse con otro aislado en las pampas, al que Souillac llamó Cerrito del Diamante. Observó que el Cerro Nevado, que se presenta á la distancia como una sola masa, está rodeado de una cadena de pequeños cerros, que arrancan desde el Fuerte de San Carlos, y se extienden hasta cuatro leguas mas al E del mismo cerro. Señaló tambien dos caminos, (que él llama reales, para dar á entender que son practicables) el uno que sale de la villa de Linares, el otro de Chillan9, y ambos con direccion á la ciudad de Mendoza. El rio Atuel le pareció mas caudaloso que el Diamante, y el terreno inmediato al Fuerte de San Rafael, un vergel. Este fuerte, segun sus cálculos, que tenemos por acertados, dista 50 leguas del rio Tunuyan por el camino de San Carlos.
El Consulado de Buenos Aires trazó el itinerario de esta expedicion, cuyo punto de partida debia ser la Guardia de Lujan, continuando por la de las Tunas, hasta ponerse en el camino antiguo del Rio Quinto; y desde este parage, atravesando las tierras del cacique Chacalen, dirigir el rumbo hácia la Guardia de Santa Catalina, que dista 25 leguas del Rio Quinto, y que conduce al Diamante: la escolta se componia de un oficial, un sargento, un cabo y 18 blandengues. Los demas detalles se hallan registrados en el diario, cuyo autor entró á la villa de Lujan, llevado en un cuero, por haberse dislocado un brazo en dos caidas que hizo del caballo.
Su vida fué desgraciada como su término. Nació en 1750 en la Ciotat, pequeño puerto del Mediterraneo entre Tolon y Marsella: un lance de honor, en que tuvo la desgracia de matar á su adversario, le obligó á salir de sus hogares para buscar un asilo en España. Sin relaciones y sin fortuna, en una edad en que no es fácil poseer los conocimientos que se necesitan para destinarse á la enseñanza, consiguió ser recibido como maestro de los aprendices delineadores en el astillero de Esteiro; y en estas tareas adquirió tanta reputacion, que fué llamado poco despues á ocupar la cátedra de matemática en la Académia de arquitectura naval del Ferrol. Ignoramos los motivos que le indugeron á pasar á América, pero nos consta que llegó á Buenos Aires en 1773, en tiempo[VI] de la primera administracion de Vertiz, de quien solicitó ser admitido á examen para abrir una escuela de matemáticas; y como no sacaba de estas ocupaciones lo que necesitaba para su subsistencia, emprendió tambien el oficio de agrimensor.
Cuando en 1781 se estableció un observatorio, para que los empleados de la demarcacion de límites, bajo la direccion de Rubin de Celis, se familiarizasen en el uso de los instrumentos, Souillac fué uno de los mas asiduos, y las pruebas que dió de su capacidad le merecieron el puesto de astrónomo de la partida que debia ligar las operaciones de las del Paraguay y del Marañon por el lado de Santa Cruz de la Sierra. Al pasar por Cochabamba dirigió la obra llamada de la Pila, y otros trabajos arquitectónicos ejecutó en la ciudad de Potosí: pero lo que mas le ocupó fué el reconocimiento de la provincia de Chiquitos, del que ha dejado un diario inédito. Su último servicio fué el viage á la Cordillera, de donde volvió para resignarse á pasar los últimos años de su vida en la obscuridad y la miseria! Falleció en Buenos Aires en Marzo de 1820.
En todas sus obras Souillac nos ha dado la medida de su talento: metódico sin alcance, exacto sin penetracion, aglomeró hechos, dejando á otros el cuidado de analizarlos. Estos espíritus pacientes son útiles, porque desempeñan la tarea mas ingrata, y van preparando materiales para cuando llegue la oportunidad de emplearlos. La habilitacion del camino descrito en las siguientes páginas, será una consecuencia del desarrollo de la poblacion en parages yermos, pero generosamente dotados por la naturaleza: falta solo que la mano del hombre sepa y quiera explotarlos.
PEDRO DE ANGELIS.
Buenos Aires, 30 de Setiembre de 1839.
1 O mas bien Cuyun-ches, "habitantes de los arenales."
2 Thalca, el trueno.
3 Este fué el nombre que le puso Souillac, pretendiendo que hasta las Señoras podian transitarlo á pié, no siendo otra cosa que un vergel. (Pág. 9 del Diario).
4 Uno de los argumentos empleados contra Serra fué, que agotándose las lagunas, faltaria el pescado á la ciudad de Mendoza! Guanacache es una corrupcion de Huankua-kaccha, que en la lengua general del Perú, ó quichuá, significa "zancudos bravos;" especie de animalejo muy molesto, de la familia de los mosquitos, tábanos y gegenes, que todos juntos infestan, y hacen inhabitables aquellos parages. Estas inmensas ciénagas, formadas por los rios de San Juan y Mendoza en medio de las provincias de estos nombres, son muy poco conocidas. Fueron sin embargo visitadas y descritas en 1789, de órden del Virey de Loreto, por Amigorena, Palacios é Iguanzo, cuyo diario publicaremos en la Nueva série de documentos inéditos del Rio de la Plata.
5 Este mineral fué descubierto en 1638, y por los repetidos ensayos que se practicaron en Potosí, Lima y Chile, se reconoció que era de una calidad superior. Molina, que ha reunido varias noticias sobre estas minas en su Historia natural del reino de Chile, (Madrid, 1788, pág. 103) asegura que un cajon, es decir 50 quintales, de la guia, ó veta del centro, producia mas de 200 marcos de plata pura. El nombre de Uspallata en el idioma del Perú equivale á terreno árido, ó ceniciento; de uchpa, ceniza, y llacta, pueblo ó parage habitado.
6 Alicó, agua caliente, de alim, caliente, y co, agua.
7 Antuco, ó mas bien antucún, asoleado; de antú, sol.
8 Ancoà, rio seco, de ancu, seco, y co, aguas.
9 Chillan, el recado del caballo.
"Para servir en calidad de geógrafo en la expedicion que he dispuesto al reconocimiento del paso de la Cordillera de Chile por Talca, con carruage, he comisionado á Vd., confiado en su exactitud, y desempeño de la parte facultiva que se le encarga.
"Esta tentativa va á emprenderse por las relaciones de D. Josè de Cerro Zamudio, que ha intentado asegurar la posibilidad, sirviéndome de la ocasion del regreso de los caciques fieles Peguenches que vinieron á esta capital.
"La escolta de 20 blandengues vá mandada por el teniente D. Estevan Hernandez, que conduce los útiles necesarios para mover la tierra, y un cordel de 100 varas para mensuras, y Vd. recibirá del Real Consulado, á quien paso la órden conveniente, con cargo de devolucion, un octante ó sextante, aguja de demarcar, estuche de matemáticas para formar los planos, dos onzas de tinta de China, pinceles, lapiz finos y ordinarios, una resma de papel, y podrá llevar algun jóven á mérito, á quien se dará auxilio de caballo.
"Para la habilitacion de Vd. recibirá en la dicha Tesoreria General dos pagas adelantadas, y en la marcha tendrá los auxilios de caballos y demas que sea posible.
"La custodia y órden de la marcha es encargada al oficial Comandante, la direccion ó ruta al referido Cerro Zamudio, mediante sus noticias, y de los baqueanos que elija, y á Vd. el exámen del camino,[4] descripcion de terrenos, diarios, plano de los parages en que lo halláre preciso y posible, sin riesgo de demora perjudicial; diario en que consten las direcciones que se tomen, la calidad de los terrenos, aguas, pastos, arroyos, rios, lagunas ó travesias, y demas digno de notarse, con particularidad en la Cordillera, como objeto principal de esta operacion, para acreditar la posibilidad ó imposibilidad de su tránsito, contando con las estaciones de las nieves y demas obstáculos, si pueden ó nó superarse para el tráfico de ruedas; con cuyo objeto va un carreton del Parque de Artilleria, y doy las órdenes convenientes para los auxilios precisos por las fronteras de Córdoba, San Luis y Mendoza.
"El Comandante está prevenido de hacer el viage por las fronteras, á fin de evitar el recelo de los indios, ó por muy inmediato á ellas, para tener recurso en todo caso: bien que desde la de San Luis puede tomar sin este cuidado la direccion que quiera para el boquete de la Cordillera de Talca.
"Verificado el paso, se le encarga que procure regresar por el propio camino, antes que las nieves lo cierran, de lo cual ha de tomar Vd. exacta noticia, por ser uno los objetos mas importantes: pues, como en invierno la abundancia de aquellas hacen intransitables las cordilleras, y en verano los rios caudalosos lo dificultan, es necesario tener esto muy presente para graduar las ventajas que pueda ofrecer esta empresa.
"No es fácil advertir todas las ocurrencias de esta operacion, y por lo mismo Vd., conocido el objeto de este Superior Gobierno, le segundará con todo empeño."
Dios guarde á Vd. muchos años. Buenos Aires, 5 de Enero de 1805.
EL MARQUES DE SOBREMONTE.
A D. José Sourryere de Souillac.
La primera parte de este derrotero, que comprende la descripcion del camino desde la ciudad de Buenos Aires á la de San Agustin de Talca, la hemos publicado en el primer tomo de nuestra Coleccion, y por lo mismo es escusado reproducirla. Entonces no teniamos en nuestro poder los demas papeles de Sourryere de Souillac, que nos han sido franqueados despues por el Señor Dr. D. Manuel Obligado, á quien tributamos públicamente nuestro agradecimiento.
El Editor.
El dia 17 de Noviembre de 1805 á las nueve de la mañana, salí de la ciudad de San Agustin de Talca, y llegué al estero de Cahibam. | 1/4 |
De dicho Estero llegué al arroyito de Guilquilemo, que quiere decir en castellano monte. | 3 |
De dicho arroyito á la estancia de Da. Ana Gaete. | 1/2 |
De la citada estancia á la de D. Ramon Ramirez. | 1/2 |
De la de Ramirez á la poblacion del Juez en Pelquí. | 2 |
De la poblacion de D. Elias Roco á la de Nicolas Corbalan. | 1/4 |
De dicha poblacion á la quebrada de Robles. | 1 |
De dicha quebrada á la estancia de los Cerros Colorados. | 1 |
De los Cerros Colorados al arroyo del Teatino. | 1 |
Del arroyo del Teatino á la estancia del Culenar. | 1 |
[6] De la estancia del Culenar al arroyito que llaman de la Primera Agua, de la cuesta del Almerillo. | 1 1/4 |
De dicho arroyito al de Arellano. | 1/4 |
Del arroyito de Arellano al de la Laja. | 1/2 |
De la Laja á la cumbre de la cuesta del Almerillo. | 1/4 |
De dicha cumbre al arroyito de Agua Fria. | 1/4 |
Del arroyito de Agua Fria al del Almerillo. | 1/2 |
Del arroyito del Almerillo al estero del Rio Claro. | 1 |
Del estero de Rio Claro al arroyito del Romeral. | 3/4 |
Del arroyito del Romeral á los Manantiales. | 1/4 |
De los Manantiales atravesé dos veces un arroyito, y llegué á sus nacientes, formados por un gran ojo de agua. | 3/4 |
Del citado ojo de agua al arroyito de Moya. | 1/2 |
Del arroyito de Moya al de la Garza. | 2 |
Del arroyito de la Garza al Andarivel, para pasar el rio grande de Maule, en frente de la cañada del Enemigo. | 1 |
De dicho Andarivel, (despues de haber pasado el rio citado) á los nacientes de dicho arroyo, que llaman del Enemigo, porque así se llama la quebrada. | 1 |
De dichos nacientes á los de Sala, que es la misma cumbre. | 1/4 |
De dichos nacientes á los ranchos caidos de Sala. | 1 |
De los ranchos caidos de Salas á los Pedernales. | 3/40 |
De los Pedernales al arroyito de la Laja. | 4/40 |
Del arroyito de la Laja á la cumbre de la Loma Grande. | 1/2 |
De la cumbre de la Loma Grande á la isla del Carrizalito. | 1/4 |
Del Carrizalito, ú orilla de la Loma Grande, al arroyito ó manantial de la Negra. | 3/40 |
De dicho manantial al arroyito del Peñasco. | 4/40 |
De dicho arroyito al de la Subida. | 3/40 |
NOTA.—Se debe tener presente que entre estos dos arroyitos, y á una corta distancia del Rio Grande de la Puente de Piedra de por medio, se descuelga el arroyito de la Milla. | |
Del arroyito de la Subida subí la Cuesta Mala hasta la cumbre (mal camino). | 20/40 |
De la cumbre citada al arroyito de la Cuesta Mala. | 2/40 |
Del arroyito de la Cuesta Mala á los manantiales de los Maitines. | 3/4 |
De dichos manantiales á la Viñita, despues de haber pasado[7] dicho arroyo. | 3/40 |
De la Viñita al arroyo de los Quillay. | 1/2 |
De dicho arroyito se sube como media cuadra la lomita, y al pie se halla el arroyito del Salto. | 2/40 |
Del arroyito del Salto se sube como una cuadra, despues se baja una lomita, y al pie está el arroyo de los Cipreses. | 1/4 |
Del arroyo de los Cipreses, subiendo despues una cuestecita, se halla el arroyito de las Piedras. | 1/40 |
Del arroyito de las Piedras al del Mal Paso. | 2/40 |
Del arroyito de Mal Paso á la orilla de una bajada. | 3/40 |
De dicho parage bajé la cuesta, que llaman del Durazno, hasta la orilla. | 2/40 |
De dicha orilla hasta acabar con el mismo plan. | 1/2 |
De dicho parage al arroyo de las Trancas. | 5/40 |
De las Trancas subí y bajé una cuestecita mala. | 2/40 |
De dicho parage subí una cuestecita de una lomita mala. | 3/40 |
De dicha cumbre á su falda y orilla. | 2/40 |
De dicha orilla (que tambien llaman de la Primera cuestecita del Durazno), al arroyito del Rodau. | 1/4 |
Del Rodau á Butacura (que significa piedra grande). | 1/4 |
De Butacura al arroyito de los Molles. | 1/4 |
Del arroyito de los Molles á la agua, del Carrizalito ó plan de la Montaña Chica. | 1/8 |
De dicho parage al arroyito Cullegué. | 1/8 |
De dicho arroyito á la Puente de Piedra (Rio Grande). | 1 1/4 |
De la Puente de Piedra á las Cortaderas. | 1 1/4 |
De dichas Cortaderas á la angostura de los dos cerros de San Pedro al N, y de Castillo al S (Rio Grande de por medio). | 1/4 |
De dicho parage á la Piedra del Sargento. | 2/40 |
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Distancia de Talca á la Piedra citada. | 30 3/4 |
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De la Piedra citada, que tiene N el arroyito de Mallin, (Rio Grande de la Puente de Piedra de por medio) dirigiéndome para el E, y siguiendo la orilla del rio citado (despues de haberlo pasado), hasta la angostura de los grandes cerros de Castillo al S, y de las Torrecillas al N. | 1 |
De la angostura citada á la orilla del norte del arroyito Saso. | 4 |
[8] NOTA. — Cerca de la angostura se divide el Gran Rio de la Puente de Piedra en dos brazos: el uno corre siempre á la falda de los cerros de Castillo, y el otro se dirige á E, para el Portezuelo de Saso, por cuya razon lleva su nombre. | |
De dicha orilla pasando el citado arroyito de Saso, aguas arriba de él, hasta el otro paso que volví á atravesar. | 1/2 |
Desde dicho paso, siguiendo siempre aguas arriba y por la orilla del N, á los manantiales de Saso. | 1 |
NOTA. — Todo el cañon que forman los grandes cerros, por la parte del N, el Fraile, el cual se divide desde el astillero de Maule, y para el S, los de Castillo, no es mas que un pantano muy malo; y desde dichos manantiales tiene sus principios el arroyito de Saso, y se distingue perfectamente la cumbre de este cerro que llaman el Portezuelo de Saso: cuya distancia se sube por medio de una ladera, la cual parece á la primera vista muy suave. La senda por donde se debe subir (que es la que abrieron los Peguenches y los comerciantes de la provincia de Maúle) estaba cubierta de nieve muy gruesa, y me fué preciso pasar y abrir el camino por encima de ella. | |
De los citados manantiales á la cumbre del Portezuelo de Saso, siguiendo un camino no trillado por medio de una vereda muy suave | 1/2 |
NOTA. — Este Portezuelo de Saso es la mayor elevacion que tiene la Cordillera, y desde esta cumbre se apercibe el Cerro grande del Campanario, al NE 10° E, y parte del terreno que corre para las pampas de Buenos Aires, para el E y para EO; parte del terreno del frutillar, con la Cordillera que está del otro lado del Rio Grande de la Puente de Piedra, y el camino trillado para la Villa de Linares. A la falda del dicho Portezuelo de Saso, y por la parte del oriente, hay una lagunita que lleva su nombre, la cual no estaba helada, ni habia nieve á su contorno. Hasta esta cumbre la leña y tal cual árboles frutales silvestres, propios de este feliz reino, advierten que hasta la Piedra del Sargento ó muy cerca, sigue el frutillar con abundancia; por[9] lo que debo asegurar que, desde la ciudad de San Agustin de Talca hasta este Portezuelo, el camino abunda de leña, pastos y aguadas; que no tiene tropiezo alguno, y que no solamente es para carruage, componiendo tal cual trecho, sino que lo pueden transitar hasta las Señoras, y á pie, no siendo otra cosa mas que un vergel de la misma naturaleza de este reino nunca bastante alabado. Su continuacion es la que se sigue, siempre para el E, bajando (si se quiere decir así) la citada Cordillera. | |
Del Portezuelo de Saso, dejando la lagunita por la parte del N, y bajando por una vereda igual á la de la subida, hasta los médanos de arena, que tambien llaman Corrales. | 3 |
De dichos médanos al principio de lomita de Piedra suelta. | 1/4 |
De dicha lomita de piedrecita, y por la orilla de la laguna, (que me aseguran que de ella nace el gran rio de Maule) bajando siempre hasta la cabeza de la citada laguna. | 1 |
NOTA. — El camino real que sale de la villa de Linares, y llega hasta la ciudad de Mendoza, pasa por la orilla de esta laguna, y ha sido abierto por los Peguenches. | |
De dicha laguna, que llaman de Maule, bajando siempre de una lomita á otra á la Angostura. | 3/4 |
NOTA. — Todo el camino andado desde el Portezuelo de Saso, està con muchos manchones de nieve, de la altura de dos varas, y llenos de langostas. | |
De la entrada de la Angostura á la boca. | 1 |
NOTA. — Todo este trecho era de nieve, de tres à cuatro varas de grueso, y sin leña. | |
Desde la citada boca à la Laguna Ciega. | 2 1/4 |
De la Laguna Ciega á la Puente de tierra. | 3 |
NOTA. — Esta puente tiene media vara de ancho y veinte de profundidad, la cual se hizo por una casualidad[10] natural; porque en el contorno habia un volcan, que reventó y abrió dicho terreno: por cuyo motivo debajo de la citada puente corren los nacientes de un arroyito, y desde el citado parage hasta mucho mas abajo se hallan piedras pomes muy superiores. | |
De dicha Puente de tierra à los toldos del cacique Colipí, despues de haber pasado el citado arroyito. | 1 1/2 |
NOTA. — En estos toldos tuvimos bastantes incomodidades, por la mala conducta del Comandante auxiliar de la tropa de los blandengues; quien por autoridad riñiò hasta con los naturales de estos toldos, por cuyo motivo nos negaron el paso, por haberles pedido auxilio, que no debian sino con la paga. Viendo yo el peligro impensado en que nos hallabamos, y no tener quien hablase por mí, despues de las ceremonias acostumbradas, que son las dádivas, me ofrecí por tres diferentes veces ser cautivo de ellos, y al fin los reduje, y nos dieron el paso libre: y à mas de esto nos dieron cuatro carneros para los que suponian oficiales, un novillo para la escolta, 80 caballos para toda la comitiva, gratis, y dos caciques con otros dos indios, para que nos acompañasen hasta el Fuerte de San Rafael del rio Diamante; con lo cual cesaron nuestras inquietudes, y nos preparamos para seguir nuestra marcha. | |
De los toldos del cacique Colipí, aguas abajo del arroyito del Volcan, en que estàn dichas tolderias, hasta donde lo pasamos con facilidad, aunque era ya grandecito. | 1 1/2 |
De dicho arroyito del Volcan al paso del Pichimallin. | 1 |
Del arroyito Pichimallin al arroyo grande de Carileu. | 1 1/4 |
Del arroyo de Carileu, despues de haberlo pasado, subiendo la cuesta de Carileu á la Sierra Valle. | 5 |
NOTA. — Del paso de Carileu á la Laguna Blanca puede haber como media legua, la que me quedaba al sur: y advierto que los arroyitos que nacen en el contorno de dicha laguna, sea del oeste ó del norte, todos acaban en ella. | |
[11] De la Sierra Valle á los toldos del cacique Pichicubilcuò. | 4 |
De los toldos de Pichicubilcuó al corral de los Huanacos. | 1 |
De dicho corral à la Agua Colorada, ò Cuelicó. | 3/4 |
De Cuelicò ó Agua Colorada á la Yeseda. | 3 1/2 |
De la Yeseda á la Sierra Colorada. | 3 |
De la Sierra Colorada al cajon de las Cortaderas. | 1 |
De las Cortaderas á la orilla del oeste del Rio grande de San Pedro. | 3 1/2 |
NOTA. — En este parage tenia al sur el Morro, (cerro) y al norte el Cerro del Campanario, y como los indios caciques que nos dirigian (porque desde los toldos de Colipí me habian quitado todo conocimiento del descubrimiento) no hubiesen dado con el paso del rio que yo solicitaba, porque pasan ellos por donde quieren, me vì precisado à seguir dichos caciques que el comandante auxiliar mandaba. Y como D. José Santiago Cerro y Zamudio me lo hubiese pintado tan mal, no dejaba de tener alguna desconfianza, porque el rio estaba dividido en cuatro brazos, con una corriente regular y un caudal de agua mediano; pues solo en el tercer brazo se desmayò la muger del blandengue Pedro Alderete: por cuyo motivo cayó en el rio, y dos soldados del mismo cuerpo la libertaron, y la pasaron hasta la otra orilla, de la cual se divisaban perfectamente hasta los vertientes de los Cerros Negros por la parte del S, y por la parte del N, el Malalvì. Advirtiendo que dicho paso no es el que tenia elegido para mi descubrimiento, y como no tuviese facultad, seguí como los demas. | |
De dicha orilla (despues de haber pasado el rio con mucho trabajo) al camino real que sale desde la ciudad de Chillan hasta Mendoza. | 2 |
De dicho camino al paso verdadero del citado rio, que siempre es bueno porque es muy esplayado. | 1/4 |
NOTA. — Este paso dista como una legua de la angostura de dicho rio, que es adonde se debe hacer la puente para las carretas: porque en aquel parage el[12] rio es igual al de Maule, con solo un brazo, y es camino real, como se ha dicho en la nota anterior. Tambien debo advertir que, desde este parage dejé el camino que habia señalado para dirigirme á los toldos del Gobernador Cacique, y me dirigieron al NE, dejando al O el Rio Grande de San Pedro, para sacar prorata de caballos, segun el dictámen absoluto del teniente D. Estevan Hernandez. | |
De dicho paso à los corrales de Malalque, en donde se hizo la grande matanza de Peguenches, y à la orilla de un arroyito que pasamos, cuya agua estaba turbia. | 2 |
De dichos corrales à los toldos del Cacique Gutamallí, para esperar la caballada de prorata. | 3 1/2 |
De dichos toldos al rio de Malalque. | 2 1/4 |
De dicho rio, aguas abajo, hasta el paso. | 1 |
NOTA. — Pasado dicho rio chico, nos hallamos en las pampas de Buenos Aires, y segun mi relox eran las dos de la tarde: con cuya noticia toda la comitiva se alegró muchìsimo, y solo yo me hallaba lleno de congojas por no tener las facultades correspondientes para obedecer al Señor Virey de Buenos Aires; porque dejaba el Cerrito Negro aislado al S, y el gran Cerro Nevado con toda su cordillera, la cual està separada de los Andes al SO: apartàndome tambien del reconocimiento del paso del Rio Grande de San Pedro, que conduce desde la ciudad de Mendoza à la Villa Rica, al Volcan, y por consiguiente à la ciudad de los Angeles. | |
De dicho paso del rio Malalque, dirigiéndome para el N, siguiendo las vertientes de la Cordillera por la parte del E, hasta Pichichacay. | 4 |
De Pichichacay al arroyito de Butachacay. | 1 |
NOTA. — En este parage nos paramos, porque el cacique que nos acompañaba no quiso pasar mas adelante, diciendo que no se le pagaba, no se le regalaba y no tenia obligacion para ello. Por cuyo motivo descargamos, y mandamos pedir auxilio á otro cacique. | |
[13] A la tardecita, viendo que no habia esperanza de toda la remada, y sièndome sensible el no poder reconocer el Cerro Nevado, y el camino real antiguo ya citado, arriesgué à mi ayudante, D. Manuel Chaves, en consorcio de mi baqueano, Santos Rodriguez, para que pasasen á los toldos de la cacica D.ª María Josefa Roca, y solicitasen trece caballos de silla y de carga, para dejar cumplidas las órdenes del Virey de Buenos Aires. Y aunque á las 11 de la mañana del dia siguiente llegasen con un cacique los caballos que faltaban, con unas reses de regalo para la comitiva, me ví en la precisa obligacion de esperar à mi ayudante con la respuesta. A las 26 horas volvió con 7 caballos, dicièndome que la cacica citada, y su hermano no tenian mas, y que si les daba licencia, me vendrian á saludar en el Fuerte de San Rafael del Diamante. Como la caballada no era suficiente para mi empresa, me ví precisado á sufrir la ley de la fuerza, contentàndome con guardar un profundo silencio, hasta ponerlo à los pies de un tribunal mas justo. | |
Del arroyito de Butuchacay al segundo brazo del rio Atuel. | 3 |
De dicho brazo al paso verdadero del rio Atuel, y por el otro lado. | 2 |
De dicho paso à los Pozos Cavados, que estàn en las pampas, en distancia de 12 leguas de los vertientes de la gran Cordillera, y al O. | 4 |
De dichos Pozos à la cañada. | 4 |
De dicha cañada, atravesando las Salinas, venimos à los Coboeyes, los cuales son unos cerritos que forman una cadena con los de la Casa Pintada, que está aislada del Cerrito del Diamante. | 2 |
NOTA. — Este Cerrito del Diamante no es el cerro propiamente, como lo ha dado á entender el descubridor Zamudio: pues que el cerro Diamante es el boquete que se forma con el de Atuel, y en donde es antigua tradicion que hay una mina de diamantes. | |
De los Coboeyes à los manantiales de la Laja. | 3 |
De dichos manantiales, atravesando dichos cerritos, subimos[14] y bajamos con malísimo camino, hasta la mayor elevacion de ellos, en que divisamos el gran rio Diamante. | 3 |
NOTA. — De este parage distinguimos la poblacion del Fuerte de San Rafael, con todos los plantios y sembrados, que manifestaba, otro vergel como los del reino de Chile, con cuya vista nos entrò à todos una alegria natural que no es posible expresar. | |
De dicho parage, bajando siempre hasta las márgenes y orillas del S del gran rio Diamante. | 2 |
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Distancia de la ciudad de San Agustin de Talca, al Fuerte de San Rafael, jurisdiccion de Mendoza. | 115 |
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NOTA. — Con lo cual se concluyó la segunda jornada del nuevo descubrimiento del camino real de Sobremonte, el cual con toda verdad debo decir que desde la ciudad de San Agustin de Talca en el reino de Chile, hasta la fortaleza de San Rafael del Diamante, jurisdiccion de la ciudad de Mendoza, capital de la provincia de Cuyo, no he hallado ni encontrado un cerrito, de la magnitud de un grano de maiz, que pueda impedir el carruage de cargas: (salvo los cerritos de la Casa Pintada en el paso antiguo de Romero del rio Diamante) lo que certifico bajo de juramento. Y para ello suplico, que el Comandante actual del citado Fuerte de San Rafael pase al reconocimiento de dicho camino, hasta llegar á la citada ciudad de Talca, para demostrar que este segundo camino es infinitamente mejor que el primero. |
Fuerte de San Rafael, 21 de Enero de 1806.
Dr. J. SOURRYERE DE SOUILLAC.
Exmo. Señor: —
Habiendo llegado à este Fuerte de San Rafael del Diamante, el dia 8 del que corre de este presente año; me veo en la obligacion de participar á V. E., como el dia 17 de Noviembre del año pròximo pasado de 1805, à las 9 de la mañana, salí de la ciudad de San Agustin de Talca, para concluir el nuevo descubrimiento del camino real de Sobremonte, que tanto me encantò por su belleza, y por el mismo camino que antecedentemente habia andado, y cuyo itinerario tuve el honor de dirigir á V. E. Lleguè el dia 25 del que corre á la orilla S del arroyito de Mallin, que dista una media legua corta, y al N de la Piedra del Sargento, D. Benito Santaolaya (rio grande de la Puente de Piedra de por medio), que es á donde suspendì mi primero descubrimiento, y como fuese ya tarde, pasè allì la noche.
El dia siguiente dì principio á mi comision, y dirigiendome al E, pasè por el cañon que forman las torrecillas al N, y el Cerro Grande de Castillo al S, dejando al mismo rumbo el gran rio de la Puente de Piedra, siguiendo aguas arriba del grande arroyo de Saso, el cual es uno de los brazos que forman el citado rio; y con felicidad lleguè al mismo Portezuelo de Saso á la una de la tarde: y como D. Estevan Hernandez me quisiese acompañar, me vì obligado à esperarlo con toda la tropa, è ignoro los motivos que tuvo D. José Santiago Cerro y Zamudio, por haberse quedado á la ciudad de Talca; pues que hacia dos dias que habia llegado de la Concepcion de Penco. Desde dicha elevacion se descubrieron á los vertientes de él una lagunita mediana que llevaba su nombre, y un grande espacio de terreno cuyas aguas manifestaban correr por las pampas de Buenos Aires. Despues de habernos reunido todos, bajamos desde la citada elevacion y siempre para el E, por una ladera muy suave sin precipicio; sin que pueda asegurar cual de las dos es la mas favorable á los caminantes, porque la subida fuè incomprensible, y la bajada mejor del modo que està. Vine á dormir à la cabecera de la Laguna Grande de Maule, y muy cerca y al N del camino que pasa por la ciudad de Chillan y conduce á la de Mendoza: haciendo presente á S. E. que es la primera jornada en que nos hemos visto escasos de leña, porque no habia ni arbustos desde el Portezuelo ya citado; y tambien de pastos, motivado de los planchones de nieve que encontrabamos de trecho à otro.
[16] Desde dicha Laguna de Maule hasta la Ciega, que es mas pequeña, porque la otra tiene mas de cuatro leguas de circunferencia, y no la pude distinguir toda, el camino tiene sus cortas incomodidades, pero sin peligro: y es mas ventajoso, porque tiene pastos y leña. Desde dicha Laguna Ciega hasta la Puente de tierra, (donde antiguamente habia un volcan, cuyos vestigios estàn en el dia à la vista, por la abundancia de piedras pomes que hay en ambas orillas), el terreno tiene tambien bastantes pastos y leña, con dos arroyitos regulares que se juntan á corta distancia, sin tener en la citada Puente de tierra, mas que media vara de ancho y tres de largo; y desde su superficie hasta el arroyito (que los naturales llaman de la Puente de tierra), perpendicularmente hay sobre 20 varas de profundidad. Por lo que soy de sentir, que seria un grande beneficio que se hiciera por lo pronto una puente de madera, porque la hay no muy lejos, y desde dicha puente hasta los toldos del Cacique Colipí, el camino es muy bueno y muy abundante de pastos, aguada, y con bastantes arbustos para leña.
En estos toldos nos paramos dos dias, porque hubo parlamento, è ignoro el porque: lo cierto, es, Exmo. Señor, que me vì obligado por tres diferentes veces à ofrecerme à dichos caciques por cautivo suyo, en el interin que V. E. me rescataba; y si no se verificàra, que hicieran de mí lo que gustasen: con lo cual se concluyó el citado parlamento, y se nos diò el paso libre y la caballada de prorata: exigiéndome que hiciera presente V. E. su lealtad, y les diese una certificacion para el Juez real, subdelegado de Talca: lo que complì, y nos regalaron con cuatro corderos y un novillo para la tropa, sin que para ello esperasen recompensa alguna. Desde dicho dia se me quitò enteramente el conocimiento del descubrimiento, y temeroso de algun exceso, como los que habia experimentado á mi venida, sufrì la ley de la fuerza; por cuyo motivo desde dichos toldos el descubrimiento tiene sus imperfecciones, que se podrán salvar siempre que se abrigue el deseo de hacerlo.
De dichos toldos hasta la orilla del O del Rio Grande de San Pedro, no hay mas que legua larga de camino, algo àspero y de fàcil composicion como el anterior: y con la ventaja de tener abundancia de pastos, aguada y arbustos. Como los naturales dueños de la caballada, dirigian el camino, y no me daban lugar à poderles hablar, porque estaban con otros, dejamos el camino de la Laguna Blanca y su angostura (que por supuesto era mi camino) al S, y nos dirigieron à un paso del rio citado, porque estaba dividido en cuatro brazos: por consiguiente no tuve lugar de reconocer[17] el verdadero, como tambien la angostura en que se debe fabricar una puente de piedra; porque me aseguran que en dicho parage el rio no es mas ancho que el de Maule, y tuve el dolor de verlo de lejos, sin poderlo distinguir, motivado de mi vejez y de la vista cansada.
De dicho Rio Grande de San Pedro hasta las vertientes de la Cordillera Grande, ó pampas de Buenos Aires, el camino es muy bueno, y abundante de pastos, aguas y leña; y desde la citada falda distinguí con perfeccion el Cerrito Negro al S, y al SO el Cerro Nevado, con toda la cadena de cerritos que tiene en ambos lados. Fuè un pesar grande para mì el verme obligado à seguir la comitiva como si fuera un jornalero, tirando para el N, y dejando de descubrir lo que acabo de notar; y tambien de indagar si es verdadero ó nò el camino antiguo carretil, que desde la ciudad de Mendoza pasaba por el Volcan, los Angeles y Villa Rica, como asimismo inspeccionar el paso de dicho rio, que dicen es para los carruages de la Concepcion de Penco.
De dichas vertientes hasta el terreno del cacique Millaguin, el terreno incomoda mucho, porque es todo guadales ó arenisco: los pastos no son buenos, y escasos, con ningun arbusto, y el agua salobre; como á la tardecita no hubiese llegado la prorata, y desease cumplir con mis deberes, mandé à mi ayudante, D. Manuel Chaves, en consorcio de mi baqueano, Santos Rodriguez, á que se fueran á los toldos de la cacica Dª. Maria Josefa Roca, y que la rogasen me fletàra 13 cabalgaduras de silla y de carga, con el objeto de dejar la comitiva y pasar yo con la mia al dicho Cerro Nevado para concluir mi reconocimiento, y perfeccionar del modo posible el descubrimiento. Pero me fué todo à lo contrario, porque la dicha cacica no me mandò mas que siete caballos, y como con ellos no adelantaba cosa alguna, me quedè con un cargero, devolví los demas, y seguí la comitiva á lo acostumbrado.
Desde dicho parage, atravesando las Salinas, hasta los cerritos de los Caboeyes, el terreno es todo como el antecedente, y quizàs mas escaso, pero los dos ojos de agua en que paramos eran superiores. Desde dicho parage subimos y bajamos dichos cerritos hasta llegar à los manantiales de la Laja. Aunque el camino es malìsimo, con todo, es abundante de pastos esquisitos, leñas y aguadas, y desde dichos manantiales hasta las vertientes de los cerritos de la Casa Pintada, si el terreno no es peor, à lo menos es igual en todo. Pero desde dicho parage hasta la orilla del gran rio Diamante,[18] sigue por el mismo estilo. Con cuya descripcion concluyo con mi regreso hasta este Fuerte, de donde pienso salir mañana ó pasado para reconocer todo el rio Diamante, y particularmente los parages ya citados.
Desearia que V. E. enviase personas idoneas para certificar si este camino es tal cual lo describo, transitable para carruages y mucho mejor que el que descubriò D. José Santiago Cerro y Zamudio. Para ello seria muy del caso que se nombrase al Señor Comandante actual de este Fuerte; porque es indispensable, si es verdad cuanto me han dicho, que se fabrique otro en el Cerro Nevado, para asegurar nuestro comercio, nuestra gente y nuestras poblaciones.
Fuerte de San Rafael del Diamante, Enero 18 de 1806.
J. SOURRYERE DE SOUILLAC.
Exmo. Señor Virey, Marques de Sobremonte.
Salí del Fuerte de San Rafael del Diamante en solicitud del rio y paso de Atuel, y rio abajo del Diamante, vine á dar con el Paso del Parlamento | 1 |
En dicho paso transité el rio, y vine á dar con el último cerrito, ó punta de la Casa Pintada | 2 |
De la punta de dichos cerritos, costeándolos para el SE, llegamos á la orilla del rio Atuel, y lo pasamos | 2 1/2 |
NOTA. — Hallándome en la orilla del S de dicho rio, el[19] cual se halla dividido en dos brazos, con bastante agua, el paso bueno aunque profundo, paré á dicha orilla, y á la falda de la cadena de cerritos, que parece que no son mas que uno, hasta el Cerro Nevado. Entretanto que descansaban los animales, que estaban flacos, me hice cargo de aquel terreno, del rio, y del monte de algarrobos que tenia en ambas orillas; y como me apartase mucho del Cerro Nevado, suspendí dicho reconocimiento y me volví á la pascana, y de ella seguí el mismo rio, aguas abajo, como una legua. Tambien lo suspendí, porque no sacaba fruto alguno. | |
A la tardecita volví á pasar el Atuel, y caminamos aguas abajo de dicho rio. | 3 3/4 |
Salimos de dicho parage, siempre aguas abajos y por la orilla del N, y á las nueve nos paramos. | 4 1/2 |
A la tardecita continuè mi marcha, y al ponerse el sol me paré. | 3 1/4 |
De mañana salimos de dicho parage, apartándonos un poco del rio, y nos hallamos á la barranca grande del rio Diamante, y en el real de los chañaris. | 3 |
De dicho real de los chañaris, aguas abajo del Diamante, á la tardecita llegamos á la Puntilla de la Junta. | 4 1/4 |
De la Puntilla citada, aguas abajo del rio Diamante, me hallé á la confluencia y al N del rio Atuel, el cual traia mas aguas que el Diamante. | 3 |
De dicha confluencia, siguiendo el Diamante aguas abajo, llegué á un montecito de chañaris. | 1 |
[20] NOTA. — Desde el paso del rio Atuel hasta este parage, las orillas de estos dos rios son muy pobladas de arbustos, y porque habia excelente y buen pasto, me paré. | |
El baqueano me aseguró, que desde el real de los chañaris no habia mas paso que el que habia registrado, y otro en la Puntilla de la Junta. |
Desde la mañana registré cuanto la vista me pudo proporcionar, y demarqué los objetos siguientes. | |
El Cerro Nevado al S 16° O. La última punta de todos los cerritos de la Casa Pintada. La boca del rio Atuel al O. El cerrito de la Cañada del Tigre S 68° O. | |
NOTA. — Camino bueno, buen pasto, aguada y leña, y sin guadales. | |
Del montecito de chañaris á los Corrales de la Barranca, en que me mudé, para que mi ayudante pasase al fuerte. |
En este dia no pude verificar lo que habia proyectado, por lo que mandé á mi ayudante en consorcio del baqueano y de un peon, para que explorasen aquel campo, y me avisaran, si en la Cañada del Salado habia agua, para poder tirar á los Médanos de los Perros del Cerro de Varela.
De los Corrales de la Barranca al Corralito del Negro. | 22 |
De Corralito del Negro al Paso Deseado. | 1/2 |
[21] Del Paso Deseado á la pascana que no tiene nombre. | 3 1/4 |
De dicha pascana al corral del Comandante Teles. | 5 1/4 |
Del corral citado al. | 3 |
De dicho parage continué mi marcha, y me paré á las oraciones, observando que el sol se puso á O 34° S. | 4 1/4 |
La coronilla del Cerro Nevado á O 42° S. El Cerro Payen, ó su coronilla á O 62° S. La cumbre del cerrito de la Cañada del Tigre á O 8° S. El corral que la naturaleza hizo de piedra, que llaman Malal, que en castellano quiere decir corral de los Puelches, á O 17° S. El medio del cerrito de la Trinchera á O 47° S. | |
NOTA. — Esto cerrito es el último de los que están al rededor del Cerro Nevado, que comienzan en frente del cerrito, que llaman del Sapo, y que los naturales llaman Abatra. Advirtiendo, que desde dicho parage regresé al Fuerte de San Rafael del Diamante, por no necesitar mas conocimiento; en donde llegué el dia 17 de Febrero de 1806. En esta jornada descubrí la parte mas interesante del rio Diamante y del Atuel, del Cerro Nevado y de toda la cadena de cerritos que comienzan en el Fuerte de San Carlos, hasta cuatro leguas mas al E del citado Cerro Nevado, punto que debo apreciar para el descubrimiento del terreno que media desde el Fuerte de San José hasta él, atravesando el rio de Tunuyan. | ¯¯¯¯¯¯ |
Distancia del Fuerte de San Rafael á este último parage. | 48 1/2 |
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NOTA. — Del Paso antiguo de Romero para la Cordillera, no he andado, porque es un camino trillado de los Peguenches[22] y demas naciones de aquellos parages, que tienen establecido su comercio en Mendoza, y que diariamente corren aquellas dilatadas pampas. Y pareciéndome este reconocimiento de ninguna utilidad, me contenté con la noticia siguiente: | |
Desde el Paso antiguo de Romero al de las Salinas ya citadas, que estan al S de los cerritos de la Casa Pintada. | 6 |
Del Paso de las Salinas al de Aucay. | 6 |
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Distancia de los vertientes del Diamante al paso citado. | 12 |
Suma ó distancia de abajo. | 48 1/2 |
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Cuya suma es la distancia que hay desde los vertientes del gran cerro Diamante de la Cordillera al parage en que suspendí mi reconocimiento. | 60 1/2 |
NOTA. — Debo advertir, que toda esta distancia es un terreno que abunda de leña, pastos, aguadas, y muy propio para suertes de estancias y chacras á ambas orillas del rio Diamante: pues el Comandante de aquel fuerte de San Rafael ha plantado en todo el dicho contorno árboles frutales de Europa, y ninguno se ha perdido. Tambien ha sembrado trigo, mais, y todas las semillas de huertas, que han producido perfectamente y con abundancia; pues habiendo sembrado 70 fanegas de trigo, á pesar de habersele apolillado, recogió 800 fanegas, despues de haber perdido en la trilla bastante, motivado de dos dias de aguaceros fuertes. | |
Por lo que es de las sandías, melones, zapallos, cebollas, ají y tomates, no se diferenciaban en nada de los que se producen en la ciudad de Talca, capital de la provincia de Maule, en el reino de Chile: y los árboles frutales que habian traido de la ciudad de Mendoza, manifestaban que el terreno era tambien propio para ello. De manera que, cuando llegué á los altos de los cerritos de la Casa Pintada, desconocí al dicho terreno; porque no manifestaba mas que un vergel frondoso y amenísimo de frutas y plantas, generales como particulares. | |
No será fuera de propósito colocar ahora todos los arroyitos[23] que salen de la Gran Cordillera, hasta dar con el rio de Tunuyan: cuya noticia es como sigue. | |
De la orilla del rio Diamante en el mismo boquete de la Cordillera citada, al arroyo del Carrizalito, que es á donde D. Miguel Teles Meneses tiene estancia. | 4 |
Del arroyo del Carrizalito al arroyo de la Laja. | 3 |
Del arroyo de la Laja al Hondo. | 2 |
Del arroyo Hondo al de las Cortaderas. | 4 |
Del arroyo de las Cortaderas al de los Papagayos. | 6 |
Del arroyo de los Papagayos al de Juacha, ó Agua de Poto. | 10 |
Del arroyo de Juacha al rio Tunuyan. | 2 |
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Distancia del boquete del rio Diamante al del Tunuyan, siguiendo la misma falda de la Cordillera. | 31 |
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Distancia de San Agustin de Talca al Fuerte de San Rafael del Diamante. | 115 |
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Del Fuerte de San Rafael al Agua Hedionda, ó de los Chanchos. | 5 |
Del Agua Hedionda al Carrizalito. | 5 |
Del Carrizalito al Ranchito. | 3 |
Del Ranchito á la Piedrafilar. | 4 |
De la Piedrafilar á las Peñas. | 4 |
De las Peñas á Cormaní. | 8 |
De Cormaní al Fuerte de San Juan Nepomuceno. | 5 |
Del Fuerte de San Juan á Aguanda. | 3 |
De Aguanda á la Villa y Fuerte de San Carlos. | 8 |
Del Fuerte y Villa de San Carlos á la punta del Chañarito. | 1 |
De la punta del Chañarito á la Cienega de Correa. | 1 |
De la Cienega de Correa al arroyo Negro. | 1 |
Del arroyo Negro al rio Viejo. | 1 |
Del rio Viejo al de Tunuyan. | 1 |
NOTA. — Del arroyo de Jaucha ó Agua de Poto, caminando cinco leguas para afuera, que son las pampas, se hallará el agua de los Molles; y de esta al arroyo de Alvarado, dos leguas; de este al arroyo de Zepillo, cuatro leguas, y para llegar al rio Tunuyan, seis. Dicho[24] rio se pasa en cualquiera parte: es verdad que se suelen hallar malos pasos, como yo los hallé. | |
Del rio Tunuyan á la estancia de D. José Marcos Alvarez. | 1/2 |
De dicha estancia al arroyo del difunto Baista. | 1 |
Del arroyito citado á la Estacada. | 1 |
De la Estacada al Durazno. | 1 |
Del Durazno á la estancia de D. Antonio Juarez. | 2 |
De la estancia de D. Antonio Juarez á la de su hermano Bartolo. | 1 |
De la de D. Bartolo Juarez al Rio Seco. | 2 |
Del Rio Seco á lo del Señor Lopez. | 3 |
De lo del Señor Lopez á lo del Juez D. Josè Torres, (aquí pasamos el rio). | 3 |
De lo del Juez citado á lo de D. Pascual Videla. | 1 |
De lo de D. Pascual Videla al Corralito. | 2 |
Del Corralito al Chañarito, ó la Cruz. | 2 |
Del Chañarito á la Ramada. | 3 |
De la Ramada á la Ensenada de Olguin. | 3 |
De dicha ensenada al Rodeo de Chacon. | 3 |
De este rodeo á Humatí. | 3 |
De Humatí á la posta de las Catitas. | 1 |
De la citada posta al Chacaicito. | 4 |
Del Chacaicito á la Dormida. | 2 |
De la Dormida á la Lagunilla. | 2 |
De la Lagunilla á la posta de Gaona. | 1 |
De esta posta á la del Maltes. | 2 |
De la citada á lo del Juez. | 1 |
De la poblacion del Juez á la Capilla de Corocorto. | 1 |
De dicha capilla á los Médanos. | 1 |
De los mèdanos á la Ensenadita chiquita. | 1/4 |
De dicha ensenadita á la Ensenada grande. | 1/4 |
De la citada ensenada á las Catitas. | 1/4 |
De las Catitas á la Ramadita. | 1/2 |
De la Ramadita á las Pirguetas. | 2 |
De las Pirguetas al Corral de Cueros. | 2 |
Del Corral de Cueros (que es de D. Bartolo Vaca) á los Chañaris. | 3 1/2 |
De los Chañaris á las Tortugas. | 1/2 |
De las Tortugas al Chicalito. | 1 |
Del Chicalito al Desaguadero y Paso de las Carretas. | 3 |
Del Paso de las Carretas citado á la Loma Pelada. | 5 |
De la Loma Pelada á los Chañaris Altos. | 3 |
[25] De los Chañaris Altos al Fuerte de San José. | 3 |
Del Fuerte de San José á la Esquina. | 4 |
De la Esquina á los Pozitos. | 3 |
De los Pozitos al Tala. | 5 |
NOTA. — Me aseguran que en este parage, ó cerca de él, hay minas de plomo, y como no tuve lugar de practicar el reconocimiento necesario, escribo mas de lo que creo. Es verdad que dicho parage no es otra cosa que cerritos abundantes de piedras, aguas y leña, y con bastantes árboles frutales. | |
De los Cerritos del Tala á Pampa Pozo. | 2 |
De Pampa Pozo al Cesteadero. | 4 |
Del Cesteadero al Rio Quinto, y á la poblacion del Capitan D. Silvestre Gutierrez. | 4 |
Del Rio Quinto al cerrito y poblacion de D. Juan Alberto Perez | 3 |
De dicho cerrito al oratorio y casa de D. Francisco Borja Ojeda | 7 |
Del citado oratorio al Alto de los Pedernales. | 1 1/2 |
Del Alto de los Pedernales al Monte de afuera. | 1/2 |
Del Monte de afuera al Crucero de los Manantiales. | 1 |
De los Manantiales, ó Crucero de Sampacho, al Corral de la Barranca. | 3 |
Del citado corral á la Cañada de los Quebrachos. | 2 |
De dicha cañada al Mèdano de Orcobí. | 2 |
Del Médano de Orcobí á la Ensenada. | 3 |
De la Ensenada al Fuerte de Santa Catalina. | 4 |
Del citado fuerte al Monte Crin. | 4 |
Del Monte Crin al Pozo Cavado | 1/2 |
Del Pozo Cavado al Cacique Bravo. | 2 |
Del Cacique Bravo (hay laguna) á los Cerrillos. | 1 1/2 |
De los Cerrillos al Fuerte de San Carlos. | 1 1/2 |
Del Fuerte de San Carlos á los Algarrobos. | 3 |
De los Algarrobos al Fuerte del Sauce. | 5 |
Del Fuerte del Sauce al Fortin de Loboy, (destruido). | 8 |
Del citado Loboy (cañada,) á la laguna de Pozo Pampa. | 8 |
De la laguna de Pozo Pampa al Fuerte de las Tunas. | 4 |
Del Fuerte de las Tunas á la Laguna. | 2 |
De dicha laguna al Zapallar Grande. | 4 |
Del Zapallar Grande al Zapallar Chico. | 3 1/2 |
Del Zapallar Chico á la Laguna del Hinojo. | 4 |
[26] De la Laguna del Hinojo á la Laguna Larga. | 4 |
De la Laguna Larga al Fuerte de Melinqué. | 4 |
Del Fuerte de Melinqué al Montecito. | 1 1/2 |
Del Montecito adonde termina la Laguna Salada. | 1 1/2 |
Del extremo de la Laguna Salada á los Chañaritos. | 4 |
De los Chañaritos al Fortín de Mercedes. | 3 |
Del Fortin de Mercedes á la Cabeza del Tigre. | 4 |
De la Cabeza del Tigre al puesto del Comandante de Rojas, D. Manuel Martinez. | 4 |
Del puesto citado á la misma estancia. | 2 |
De la dicha estancia al Fuerte de Rojas. | 2 |
Del Fuerte de Rojas á la Laguna de la Salada. | 4 |
De la Laguna de la Salada al Fuerte del Salto. | 6 |
Del Fuerte del Salto á la estancia de D. Pedro Fernandez. | 4 |
De la citada estancia al Fortin de Areco. | 3 1/2 |
Del Fortin de Areco á la estancia de D. Pedro Flores | 3 |
De la dicha estancia á una chacra que no tiene nombre. | 3 |
De dicha chacra á la estancia de Menes, en cuya poblacion pasamos el rio de Lujan, casi seco. | 2 1/4 |
De dicho paso ó estancia al Fuerte de Lujan. | 1/4 |
Del Fuerte de Lujan á la estancia de Rodrigo. | 4 |
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Distancia de la ciudad de San Agustin de Talca á esta estancia, que dista dos leguas cortas de la Villa de Lujan. | 395 3/4 |
¯¯¯¯¯¯ | |
NOTA. — Al cuarto de legua antes de llegar á la citada estancia de Rodrigo, caí del caballo, porque las yeguas alzadas me ocasionaron una rodada, que no me incomodó mucho; pero habiendo continuado mi marcha, á poco volví á caer por el mismo motivo, de lo que resultó el dislocarme el brazo derecho, y rajarse la paletilla en dos pedazos. Por lo que me pusieron en un cuero, despues de haber estado solo, tendido en el suelo y rodeado de las mismas yeguas muchas horas, segun conceptuo, y me llevaron arrastrando como si fuese difunto, hasta la estancia de Rodrigo. | |
Al siguiente dia me llevaron á la Villa de Lujan en una carretilla, que me hizo el favor de dispensarme el Sacristan mayor de aquella parroquia, Dr. D. Mateo Blanco, y de la capital vino en busca mia D. Santiago Antonini[27] con un coche y un cirujano, y me trasladaron á Buenos Aires, en donde llegamos el Domingo de Ramos á las doce de la noche. Con lo cual se concluyó la última jornada de esta comision. |
J. SOURRYERE DE SOUILLAC.
1.º El camino que sale de la Cordillera, por donde vino la expedicion para descubrir el boquete, que llamé del Marques de Sobremonte, es desde que se baja por el rio del Volcan, atravesando el vallecito que llaman el Estero del Monte de Lunnes, el cual sale directamente y debe pasar precisamente á las posesiones de estancias del Rio Claro; y caminando despues aguas abajo como unas dos leguas, poco mas ó menos, y al O, siguiendo la orilla del mismo Rio Claro, se topa con el camino que se transita para todas las partes de este reino de Chile.
2.º Para la parte del S, á la ciudad de San Agustin de Talca; y á las villas de Linares, la de Reina Luisa, Cauquenes, Quirigué, y las ciudades de Chillan, Concepcion de Penco y de todas sus fronteras.
3.º Para la parte del N, á las villas de Curicó, de San Fernando, Rancagua, Milipilla, Valparaiso, y Santiago de Chile.
4.º Desde la citada orilla del Rio Claro, que es á donde deberán llegar todos los carruages del comercio de la ciudad de Buenos Aires, para el puerto que hay en la boca del gran rio Maule, y que en[28] el dia llaman la Nueva Bilbao (villa), parece que hay muchísima facilidad para que las aguas del rio de Lontué, ó un brazo de él, (porque son cinco), se echen en el Rio Claro; porque este se junta con el ya citado Maule, en un parage que los vecinos llaman Morros; y es de este parage que un ciudadano de esta, llamado D. Vicente de la Cruz y Bahamonde, hoy Super-intendente de aquel puerto, ha acopiado en este presente año de 1805, mas de 3,000 fanegas de trigo y otros frutos de la provincia, y que los ha conducido con sus mismas lanchas en el ya citado puerto de la Nueva Bilbao: cuya distancia, que será de 30 leguas poco mas ó menos, (porque no la he andado) se caminaron en diez horas.
5.º Ahora, pues, para que el referido Rio Claro sea navegable, que es el fundamento de este proyecto, es indispensable que se tomen las aguas del rio Lontué, (porque este entra en el gran rio de Mataquito, á la distancia de 10 ó 12 leguas, si no me engaño, del parage que tengo señalado), para que se derramen en el mismo Rio Claro; y con ellas, sin duda alguna, será el citado rio navegable; y con unos gastos tan moderados, que á la primera vista no dudo que se tenga por increible: pues desde esta ciudad de San Agustin de Talca, y por el parage que he señalado, se puede hacer sin dificultad alguna el comercio terrestre y marítimo, desde aquel punto hasta la boca y puerto de Maule: advirtiendo que el viage será solamente de 16 horas lo mas. Y he aquí que con tan corta navegacion se llegará sin trabajo, y casi sin riesgo alguno al citado puerto, con los efectos, sin grandes gastos, porque en esta provincia todo es baratísimo, en cuanto á la manutencion y jornaleros.
6.º Concluyo por ahora diciendo, que hay grande facilidad, como he dicho, por la citada empresa, que será una de las mas útiles del universo: y nadie dudará de su posibilidad, desde que sepa, que en el dia se halla una acequia, sacada desde el rio Lontué, cuyas aguas corren por la faz de la tierra, hasta que llegan á unas posesiones de estancias que están inmediatas al parage que señalo, que es á donde deben llegar con precision los carruages, el cual se llama el Monte de Lontué: facilitando con estas aguas uno de los mejores puertos mercantiles del Pacífico, por su situacion y abrigo, por sus montañas accesibles en la parte mayor de ellas, muy bien pobladas de buena y esquisitas maderas útiles para la fábrica de barcos mercantes, y tambien para fragatas y otros buques de guerra, y con la mejor proporcion que se pueda desear para echarlos al agua; siendo ademas el terreno muy á propósito para una buena y grande poblacion.
Toda aquella costa es abundantísima de muchos y delicados pescados,[29] como son el bacalao, la merluza, la pescada, el lenguado, las sardinas y anchovas, y otros muchos que me aseguran que hay; como asimismo de toda especie de mariscos, algunos de ellos desconocidos en Europa: y la fertilidad del suelo pagaria con generosidad sin límites al labrador inteligente que quisiera explotarlo.
San Agustin de Talca, y Agosto 1.º de 1805.
J. SOURRYERE DE SOUILLAC.
De la ciudad de San Agustin de Talca, caminando del oriente para el occidente, al paso de Rio Claro. | 1/4 |
NOTA. — Este rio es de poco caudal de agua, en dicho parage, y se pasa por un buen vado. Trasmontando la cuesta que se llama de los Figueroas, se sigue adelante. | |
Del citado paso, cruzando el valle de los Figueroas, hasta llegar á la parróquia de Pencagua, que dista de dicho paso. | 2 1/2 |
De esta parróquia, caminando siempre al O, pasando el Estero de los Puercos, y pasada tambien la cuesta de las Chepicas, hasta llegar á Libun. | 2 |
Del citado Libun al Estero de Batuco, ó hacienda de este nombre. | 1 1/2 |
De dicho Estero de Batuco, y hacienda de este nombre, Espinalillo y Pata de Vaca al Trapiche. | 3 1/2 |
[30] NOTA. — Se sale del Trapiche siempre para el occidente, y conduce el camino á su gran montaña de árboles, propios para edificios civiles y arquitectura naval por ser las maderas de superior calidad. | |
Desde el citado Trapiche (donde hay metales riquísimos), á la Agua Buena. | 4 |
Desde la Agua Buena, tirando para el SO, y pasando por la Puente, el Peral y Ovejeria, que es á donde termina la montaña. | 4 |
NOTA. — Esta montaña de tan excelentes maderas, tiene de ancho ocho leguas, y de largo desde el gran rio de Maule, esto es, mas arriba de la laguna que lleva su nombre, pasado el Portezuelo de Saso, hasta encontrar el cerro que llaman Campanario, el cual cruza el camino que conduce á la ciudad de Mendoza: hasta el rio Mataquito veinte leguas hácia el E, y desde el citado Maule para el S hasta el rio de Itata, habrá como treinta leguas, que no las he andado todavia. | |
Desde la Ovejeria, dirigiéndose siempre al SO, á la hacienda de Guenon. | 1 |
De la hacienda de Guenon al Astillero. | 1 |
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Distancia de la ciudad de San Agustín de Talca al Astillero. | 19 3/4 |
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NOTA. — Todo este camino es para cargas, y no sube carruage alguno por ninguna parte: por consiguiente se deben llevar por ahora los efectos por el Rio Claro, que dista de esta ciudad como un cuarto de legua, del convento de los Agustinos. |
De esta ciudad de San Agustin de Talca á la estancia del Subdelegado de esta ciudad, D. Juan Albano Pereyra, á la que llaman de Curillinque. | 10 |
De esta estancia de Curillinque á la Puente de tierra en el Maule. | 7 |
De la citada puente á Malanva. | 10 |
De Malanva á Chacayo. | 18 |
De Chacayo al Diamante y al Paso de Romero. | 30 |
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Distancia de la dicha ciudad al rio Diamante. | 75 leg. |
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NOTA. — Aunque este lenguaraz me asegura que este camino es mejor que el que acabo de transitar, porque dice que jamas hay nieve (lo que no puede ser), me ví en la precisa é indispensable obligacion de adquirir mas noticias. Pregunté á tres vecinos respetables, é inteligentes de esta ciudad; y uno de ellos, el Señor D. Antonio Orsua, capitan de milicias, me aseguró, que habia pasado por dicho camino, viniendo del Cerro Nevado, en cuyo tránsito no halló mas que unas cinco leguas de cascoteria: y que lo anduvo en el mes de Mayo, uno de los mas rigorosos del año, con 300 carneros y otros animales; y que jamas habia oido decir que caiga por aquel camino nieve alguna, á menos de que fuera un invierno sin ejemplar, por cuyo motivo se habia arriesgado á hacer esta experiencia. El Señor Superintendente agregó, que siendo corregidor de este partido, le llegaron unos indios Peguenches en el mayor rigor del invierno: (que era el mes de Junio) y habiéndoles preguntado ¿por què camino habian venido? le respondieron,[32] que se habian dirigido por el boquete del rio Atuel, para salir á la Puente de tierra del rio Maule, por la villa de Linares y la ciudad de Chillan: porque jamas habian oido decir á sus antepasados de que hubiese nieve por esta entrada, boquete ó camino, y tambien se lo habian asegurado varios ancianos de sus parcialidades: por lo mismo siempre pasaban por el referido camino en la estacion mas rigorosa. El Señor Juez real Subdelegado me dijo, que habia oido decir á varios vecinos de la villa de Linares y de la ciudad de Chillan, que este camino es el mejor de todos los boquetes hasta en el dia conocidos de los naturales; pero para cargas y no para carruages. El lenguaraz contestó, que años pasados oyó decir que D. Francisco Barros, vecino de la ciudad de Mendoza, se habia venido por este mismo camino, en consorcio de dos caciques de estas parcialidades, llamados Antipan y Marcos Goyco, y que los tres pasaron en carruage hasta la mesita del Planchon, en donde lo dejaron para ir al parlamento de la ciudad de Chillan, que era el asunto de su viage. |
De la ciudad de San Agustin de Talca al rio Lircay. | 1 |
NOTA. — Estas tierras son buenas para todo cultivo, siendo mas pingues que las demas. | |
Del rio de Lircay al Estero de Panquí. | 1 1/2 |
NOTA. — Terreno bueno para siembra y agricultura. | |
[33] Del Estero de Panguí á la Capilla de San José de Pelasco. | 2 |
NOTA. — Buen terreno para sembrar trigo, y criadero de ganado menor. | |
De dicha capilla á Camaricó. | 5 |
NOTA. — Terreno de igual condicion. | |
De Camaricó al paso del Rio Claro. | 1/2 |
NOTA. — Este rio no se explaya por ninguna parte, por tener barrancas muy profundas, y es el que debe servir para la navegacion, desde el centro de la Cordillera hasta el puerto de la Nueva Bilbao. | |
Del paso de Rio Claro (que es siempre bueno) al Frutillar. | 2 |
NOTA. — Tierras de sembrar y para cria de ganados. | |
Del Frutillar á la punta del monte de Lontué. | 2 |
NOTA. — El terreno es igual al antecedente, y mejor para sembrar trigo y crianza de ganados. | |
De la punta del monte citado al rio Lontué. | 3 |
NOTA. — Véase lo que digo en la nota del proyecto citado, tocante al rio de Lontué: añadiré ahora que dicho rio tiene hermosa vega para cualquier especie de siembra y plantios, pues se vè comunmente que los labradores de sus riberas, cuando siembran una fanega de frijoles, cosechan 80, y se hallan descontentos. | |
Del rio de Lontué á la villa de Curicó. | 1 |
NOTA. — El terreno es muy bueno, y esta villa tiene hermosos arrabales para siembras y plantios, con criadero de ganados. | |
De Curicó á Teno (rio grande). | 3 |
NOTA. — Estos dos rios (Lontué y Teno) se juntan[34] á seis leguas del camino y por la parte del occidente: desde este punto se llaman el rio de Mataquito. Tambien todo este terreno es igual al antecedente por su hermosa vega, como la del rio de Lontué. | |
Del rio de Teno al estero de Chimbarongo. | 5 |
NOTA. — Tierras llanas, crianzas de ganados menores, á donde pasan el invierno muchas tropas de carneros. Todos los años llevan de esta provincia de Maule y ciudad de Chillan mas de sesenta mil cabezas para la capital de Santiago de Chile, Coquimbo, el Guasco, Copiapó y sus minerales. Este abasto lo hacen en parte los indios Peguenches y Chiquilanes, y algunas veces los Puelches, cuyos animales se distinguen por la lana, que es larga y muy fina. | |
Del estero de Chimbarongo al rio de Tinguiririca. | 5 |
NOTA. — Este rio tiene sus vegas iguales á los antecedentes. El camino es muy bueno, y el terreno tambien para criar ganados, para siembras y plantios. | |
Del rio de Tinguiririca á la villa de San Fernando. | 1/2 |
NOTA. — Terreno igual para produccion al antecedente. | |
De la villa de San Fernando á la Angostura de Reguelemo. | 4 |
NOTA. — Como el anterior. | |
De la Angostura de Reguelemo al rio Clarillo. | 2 |
NOTA. — Este rio tiene admirables vegas, fértiles para siembras, con toda especie de ganados y plantios. | |
Del rio Clarillo al de Cachapoal | 5 |
NOTA. — Terreno bueno para trigo, y crianzas de ganados mayores. | |
Del rio de Cachapoal á la villa de Rancagua | 1 |
[35] NOTA. — El terreno es excelente. | |
De la villa de Rancagua al parage que llaman el Mostazal. | 6 |
NOTA. — Tierras abundantes para siembras de toda especie de ganados, plantios y crianza de ganados. | |
Del Mostazal al rio de la Angostura. | 4 |
NOTA. — Las tierras son iguales á las anteriores. | |
Del rio de la Angostura al estero de Paine. | 2 |
NOTA. — Tierras superiores, y á propósito para sembrar, disfrutando toda especie de ganados que se crian allí con un plantio abundante: pero es mejor terreno para ganados mayores. | |
Del estero de Paine al rio de Maypo. | 4 1/2 |
NOTA. — Tierras famosas para plantio, siembra de toda especie, y criadero de ganados mayores y menores. | |
Del rio de Maypo á las Tres Acequias. | 2 |
NOTA. — Tierras igualmente abundantes. | |
De las Tres Acequias, á la Acequia de Espejo. | 2 |
NOTA. — Abundantísimo terreno, y á donde se cosechan rábanos de un gran tamaño. | |
De dicha Acequia de Espejo á Santiago de Chile. | 5 1/2 |
NOTA. — El terreno está sin agua, cuya falta lo hace estéril; por esta razon la ciudad de Santiago de Chile está sacando una acequia del rio Maypo, en la que ya tiene gastado mas de 100,000 pesos, y la concluirá quizás con otros tantos. | |
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Distancia de la ciudad de San Agustin de Talca á Santiago de Chile. | 69 1/2 |
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[36] NOTA. — Segun este itinerario, de la ciudad de Talca á dicho estero de Paine hay 55 leguas; y como en este punto es la encrucijada, arrancaremos de este estero, para que las carretas que salen de la ciudad de Buenos Aires lleguen sin interrupcion al puerto de Valparaiso, como han llegado á la ciudad de Santiago de Chile. | |
Desde la ciudad de San Agustin de Talca al Estero de Paine. | 55 1/2 |
Desde el Estero de Paine, (en que se ramifica el camino que conduce á todas las partes de este reino de Chile, para el puerto de Valparaiso), al rio de Maipo. | 5 |
NOTA. — Las tierras son excelentísimas para siembras, y para crianza de ganados. | |
Del rio de Maipo á la villa de Milipilla. | 4 |
De la villa de Milipilla á la estancia de Casa Blanca. | 9 |
NOTA. — Igual terreno y abundante en todo. | |
De la Casa Blanca al puerto de Valparaiso. | 10 |
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Distancia de la ciudad de San Agustin de Talca al puerto de Valparaiso. | 83 1/2 |
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NOTA. — Este terreno es igual á los antecedentes, advirtiendo que todo este tránsito, esto es, desde San Agustin de Talca hasta el mismo puerto de Valparaiso y á Santiago de Chile, es camino de carretas: pues en estos años pasados se han conducido desde esta mas de seis mil carretas de madera de estas montañas, (que pertenecen á la jurisdiccion de Talca), para la real casa de moneda, la catedral y las reales cajas. Todo este camino está muy bien poblado, con iglesias, hospedages, y suma generosidad de sus vecinos. |
Desde la ciudad de San Agustin de Talca, capital de la provincia de Maule, al grande rio de Maule (el cual se debe pasar forzosamente en un bote para llegar á la posta de Pablo Gutierrez, que está del otro lado de dicho rio y á su orilla. | 6 |
De la posta de Gutierrez á la otra posta, que es la de Alegria. | 6 |
De dicha posta al Arenal, que es la de Alberar. | 6 |
De la posta de Alberar, ó Arenal, á Cauquenes, que es la de Hernandez. | 6 |
De la posta de Cauquenes, ó de Hernandez á la raya de Maule, que es la posta de D. Alejandro Ramirez. | 10 |
De la posta de Ramirez á la de Aguirre. | 6 |
De la de Aguirre á Itata, (rio) ó posta de Pedreros. | 6 |
Del rio Itata, ó posta de Pedreros, à la Palma, ó posta de Figueroa. | 5 |
De la posta de la Palma, ó de Figueroa, á la de Rafael. | 5 |
De la de Rafael á Penco Viejo. | 6 |
De Penco Viejo á la bahía de Concepcion. | 3 |
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De manera que la ciudad de San Agustin de Talca dista de la ciudad de Concepcion de Penco. | 65 |
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NOTA. — Todo esto camino tiene pastos, aguadas, leña y casas con chacras de sembrados: en fin es muy bueno, sin mas peligro que los citados rios: pero para cargas, el que con facilidad, y con un costo regular se puede componer para carruages. |
Los geógrafos modernos dividieron el reino de Chile en trece provincias ó subdelegaciones, en las que está comprendida la provincia de Maule, con una buena ensenada y regular capacidad, á veinte y mas leguas de la ciudad de San Agustin de Talca, capital de dicha provincia; la que fué descubierta por los desvelos y excesivos gastos de D. Vicente de la Cruz y Bahamonde, hoy super-intendente de dicho puerto, con otros dos asociados, vecinos y oriundos de dicha ciudad: en esta ensenada la Providencia ha colocado un buen puerto, de bastante magnitud para el comercio maritimo de los puertos intermedios y de todo el Pacífico. En él, D. Vicente de la Cruz, como su super-intendente, ha construido y fabricado un astillero, por la mucha abundancia de maderas esquisitas que producen aquellas montañas que lo rodean, y todas muy superiores para la fabrica de navios mercantes, y tambien para fragatas de guerra.
Maule, provincia de la América Meridional y la nona del reino de Chile, confina por el E con los indios Peguenches y Chiquilanes; por el septentrion con la provincia de Colchagua, por el occidente con el Mar Pacífico, y por la parte meridional con la provincia de Itata. La gran cordillera de los Andes la circuye por el oriente, y la hace por consiguiente casi inaccesible por la parte de tierra: pues por la del mar tiene el Oceano que le sirve de barrera, que es el occidente. Tiene 46 leguas de largo N y S, y 50 de ancho E O. Su clima es muy benigno, y el mas saludable de todo el reino de Chile; algo mas que templado en las costas, y en la sierra se experimentan ambas estaciones favorables; pero algo frígidas, y generalmente humedo por los muchos rios que cruzan su territorio: como son, Mataquito, Rio Claro, Lircay, Maule, que da su nombre á la provincia, Putagan, Archihuenú, ó como los españoles llaman Archigueno, Liguay, Longabí, Loncomilla, Purapel y Perquilauquen, sin tener en consideracion muchísimos arroyos, arroyitos y esteros, con infinitas lagunas que la bañan y hacen abundantísimas aguas de las nieves que se derriten y se desembocan en el mar, dentro de los actuales tèrminos de Maule, que es el principal: por los cuales se interna el mar bastantes leguas en la tierra, y en cuyos recodos se cria en número extraordinario un pescado muy regalado y las mejores truchas que se conocen. Abunda toda la costa del mar de otros muchos sabrosos pescados y mariscos. Tiene varios puertos chicos, y entre[39] ellos, la nueva villa de Bilbao y el Astillero, que estableció en esta ensenada el Señor D. Vicente de la Cruz y Bahamonde, con su propio peculio.
Su terreno, que por la mayor parte forma hermosos valles y vegas fértilisimas, (como en todo lo demas de este feliz reino), llenas de maderas para la construccion de edificios y navios, como tambien de árboles frutales y arbustos con frutas silvestres y de buen paladar, es de los mas feraces, y propio para todos los frutos precisos, como son el mais y trigo, vino, lino, legumbres etc.
Mantiene en sus prados ó potreros, y aun dentro de la Cordillera y en los terrenos de los Peguenches, gran número de ganado vacuno, lanar y cabras, caballar y mular. Hay en los montes y serranias minas de oro y plata, de cobre en abundancia y superior, plomo, fierro, imán, piedras preciosas, varias especies de bermellon, abundancia de salinas, y no falta quien diga con certeza de que hay fuentes de brea y arbustos que la producen; como tambien, alquitran y carbon de piedra.
El boquete por donde he entrado, que los caciques de las parcialidades que viven en aquellas serranias, me aseguran que lo llaman el boquete de Atuel, abunda en cal, fierro, aguas minerales, y con proporcion para excelentes baños, alcaparrosa, muchas minas de oro y plata, cobre, &a., las que no se trabajan porque pertenecen á los indios Peguenches.
La mayor industria de la provincia consiste en el trabajo de las mugeres, que hacen mantas, esto es, ponchos de una pieza y de dos, frezadas de todas clases, alfombras ordinarias y finas, bayetas de todos colores, con que se viste la gente pobre. Faltan en esta provincia artes liberales y mecánicas, como tambien la industria del comercio, teniendo mucha proporcion para este, y no pocas para aquellas.
Las poblaciones principales de esta provincia, son: — la villa de Rancagua, que tiene subdelegado y cabildo; San Fernando, idem; Curicó, subdelegado y dos alcaldes; la ciudad de San Agustin de Talca, subdelegado y cabildo; Linares (villa), tiene subdelegado é inclusive en su partido una pequeña aldea ó villa, titulada el Parral de la Reina Luisa, á donde está un alcalde ordinario, sugeto al subdelegado de la Cabecera; Cauquenes, subdelegado y cabildo; la ciudad de Chillan, subdelegado y cabildo; Cuinigue, es villa, tiene solamente subdelegado; Rere, es una pequeña villa nominada el Pantí de la estancia del Rey, y[40] solo tiene subdelegado. Ignoro por ahora todas sus poblaciones, número de gente, y frutos, &a. Su comercio activo consiste en sus producciones, que son, oro, plata, cobre, vino y aguardiente, trigo y maiz, frutas excelentes y secas, maderas buenas para edificios y para la construccion de navios; muchos ganado vacuno, lanar y de cerdos; cueros, suelas, cordobanes, entapetados y badanas, &a.
El comercio pasivo consiste en géneros de Castilla, del Paraguay y de Lima. Son los mauleños, honrados, fieles, valerosos y robustos, pero muy tenaces en sus pareceres, como los paraguayos y sus hermanos los cruceños, y amigos de su libertad como los vecinos de Santa Cruz de la Sierra, que para no servir á nadie andan desnudos. Son á propósito para las armas, pero no tienen quien los discipline. Su capital es San Agustin de Talca, que dista de Santiago de Chile 69 1/2 leguas; de la Concepcion de Penco, 65, de Valparaiso 83 1/2; y del rio Diamante, á donde se construye el Fuerte de San Rafael, 65 leguas. Su latitud meridional es de 34 grados, 57 minutos y 30 segundos.
Talca, (San Agustin de) ciudad capital de la provincia de Maule, en el reino de Santiago de Chile, con una buena ensenada y un regular puerto, que llaman la Nueva Bilbao ó el Astillero, en el Mar Pacífico, que dista de esta ciudad 20 leguas para el occidente. Sus casas de tapiales y adobes crudos con bastantes ranchitos de tabique frances en los arrabales; todas muy expuestas á una ruina, y los ranchos á un gran incendio, por la poca precaucion que guardan con las aguas y el fuego de las casas, porque toda la gente pobre cocina en las veredas. Está á un cuarto de legua del Rio Claro, (que es lo que distan los conventos de San Agustin y de San Francisco), y á la orilla del occidente, en un sitio agradable y delicioso, en una llanura y á la orilla del septentrion del estero que llaman Cahiban, (estero grande), y la divide en dos partes desiguales otro estero menor que el primero, llamado Piduco, (que es el que se encuentra á la entrada, cuando los caminantes vienen de Buenos Aires ó de Santiago de Chile), y á las dos cuadras pobladas de la ciudad; el que dista de la plaza mayor una cuadra.
Por sus calles corren canales de agua de los citados esteros, para las huertas y jardines de las casas, que están llenas de árboles frutales de Europa, especies muy sabrosas y delicadas, como son, naranjos, limas, limones y cidras, parras, perales, manzanos, duraznos, membrillos y olivos, que es lo que abunda en esta ciudad. El comercio es como el de toda la provincia, el cual consiste en los frutos del país, como se ha[41] dicho, menos de algodon, que no lo produce la tierra, el cual lo traen de Lima.
Hay en los contornos de esta ciudad cinco trapiches para moler metales, y muchos molinos para moler cualquiera especie de granos.
La matriz, ó iglesia parroquial es de ladrillo, y de una arquitectura regular, lo mismo que el consistorio, ó sala capitular, cuyo edificio no está concluido, pero se pretende concluirlo por los desvelos del Señor Cura y Vicario de esta ciudad, D. Ignacio Cienfuegos, que ha vendido todo su patrimonio para verificar su colocacion el dia 10 de Noviembre de este presente año de 1805.
Ademas de este hermoso templo, tiene la ciudad varios conventos, con un hospital gobernado por los PP. de la religion de San Juan de Dios, el cual se fundó á expensas del caballero Cruz y Bahamonde, que por sus cuidados y gastos ha merecido del Señor Carlos IV, que esta villa en lo sucesivo se llame la ciudad de San Agustin de Talca.
DIA 27 DE SETIEMBRE DE 1805.
Salí de la ciudad de San Agustin de Talca á las nueve de la mañana, y á la tarde llegué á la estancia de D. Ramon Ramirez, alguacil mayor de la ciudad, rumbo al E. | 4 1/2 |
A las tres de la tarde salí de esta, y á las oraciones llegué á la estancia del comisionado del pago, llamado Litris, D. Elias Roco, que es el juez del partido de Pelquí, rumbo al E. | 2 |
Dia 28. A la una de tarde salí de dicha poblacion, y á las oraciones llegué á la estancia de los Cerros Colorados,[42] cuya estancia es de D. Manuel Antonio Perez Garcia, rumbo al E. | 2 |
Dia 1.º de Octubre. Salí de esta estancia á las diez de la mañana, y á las doce llegué á la estancia del Culenar, que es de D. Vicente de la Cruz y Bahamonde, y á la vista y orilla del gran rio de Maule, rumbo al E. | 2 |
A la una y media de la tarde continuè mi marcha, aguas arriba del citado rio, y caminé hasta las cuatro; rumbo al E. | 1 1/4 |
A las cinco de la misma tarde continuè mi marcha, y á un corto trecho me hallé al pié y orilla de la cuesta grande, que llaman del Almerillo, rumbo al E. | 1/8 |
NOTA. — Hasta este parage el camino es para coches, y todo este terreno no puede ser mejor de lo que es para todo, y muy poblado, con muchas frutas de la tierra y de Europa. | |
A las cinco y media de la tarde comencé á subir la cuesta del Almerillo, teniendo á la vista, y casi á la orilla de Maule. Para llegar á la cumbre gasté hora y media, despues de haber pasado dos arroyitos, que son, la Laja y la Quebrada de Arellano, que bajan de la cumbre de dicho cerro con bastante agua. | 1 |
A las siete de la noche comencé á bajarlo; pasé el arroyito, que tambien nace en la cumbre, al que llaman del Agua Fria, y de allí continuamos bajando. Llegué á la falda de la cuesta, y á la orilla del gran rio por la parte del E; y como fuesen las nueve de la noche, y hubiese en dicho parage todas las comodidades campestres, nos quedamos. | 1 3/4 |
NOTA. — Esta cuesta grande, ó del Almerillo, es una montaña muy larga y ancha, toda de robles de tres cualidades, y llega en algunos parages hasta la orilla del mar Pacífico. La subida y bajada no son del todo malas, pues que las hice con diez cargas sin incomodidad. Es verdad que el paso del arroyo de la Laja dista de un depeñadero y precipicio como de una vara; cuyo camino[43] se debe componer, porque toda aquella cerrania es de piedras sueltas y mezcladas con tierra; cuya composicion no debe costar casi nada por su mucha facilidad. Pero, segun mi dictámen, en esta orilla y pascana deberia construirse una puente de piedra para atravesar el gran rio, que en este parage es muy angosto; con mucho caudal de agua, y la corriente á proporcion de ella, pues que es casi como una angostura. Segun relacion que tengo del camino de la otra banda, años pasados hubo en este parage un andaribel, porque la orilla de él permite galopar como en esta banda. |
Dia 2. A la mañana salí de esta pascana, que llaman del Almerillo, hasta la orilla y paso del Rio chico de Claro: cuyo paso es muy malo, porque es de piedras muy grandes y con mucho descenso: la corriente es extraordinaria, rumbo al E. | 1/2 |
NOTA. — Al S de este paso, y rio Maule de por medio, entra el Gran Rio de la Puente de Piedra, el cual es mas caudaloso. El Rio chico de Claro es muy distinto del que pasé cuando hice mi entrada á la ciudad de San Agustin de Talca, porque este desemboca por los Morros, precipitándose en el rio Maule, pero antes abastece de agua á la ciudad de Talca, pasando por detras del convento de San Agustin, á la distancia de medio cuarto de legua, tiene poca agua; y en varios parages poca corriente, mientras al contrario el otro se precipita con una fuerza extraordinaria hasta su boca. | |
De la orilla del Rio chico de Claro, aguas arriba del de Maule, fuimos á la Viñilla, rumbo al E. | 1 1/2 |
NOTA. — En este corto terreno hay un arroyito que lleva su nombre, el cual sale de la serrania ya citada. | |
De la estancia de D. Ramon Ramirez (que es la Viñilla) al estero ó arroyito de las Garzas, rumbo al E. | 1 1/4 |
Del arroyito de las Garzas al andaribel, para pasar el rio de Maule, que está á la boca y entrada de la Quebrada del Enemigo, al que por otro nombre llaman de Curilinche, rumbo al E. | 1/2 |
[44] NOTA. — En este parage se deja el gran rio Maule, y se camina quebrada y arroyo, aguas arriba, cuya subida suave es una montaña de robles como la antecedente, sin mas interrupcion que el paso de dicho rio. Advirtiendo que en todo este camino, aunque el terreno está casi despoblado, con todo no escasea de parras, higueras, manzanos, duraznos, membrillos y frutillas silvestres: y lo que me admiró mas fué el que se me asegurase que en la cumbre de los cerros, y en particular del cerro que llaman del Piojo, (que es el mas alto de este reino) hubiese una grande extension de terreno llena de manzanos, que llaman en el país peros joaquinos. Como dudase de esta verdad, mandé á los soldados y peones que fuesen á buscarlas; y algunos de ellos, me trajeron cuatro cargas, que mandé al Juez Real, subdelegado de la ciudad, para que las repartiera con mis amigos. |
Dia 5. A las cuatro y media de la tarde salí de la isleta en que estaba parado, y por el rumbo del S cuarta SO, subí la quebrada por la misma orilla del Arroyo del Enemigo, ó de Curilinchi, y nos paramos á la hora de camino, despues de haber pasado cuatro veces el citado arroyo, el cual estaba lleno de cañas bravas, que llaman tacuaras, y los pasos malos del arroyo, aunque el camino era muy bueno: el todo de fácil composicion, porque este arroyo es angosto, y la madera al pié. | 1 |
NOTA. — Pasé la noche en la misma orilla del Arroyo del Enemigo, porque tenia pasto superior, aguadas buenas y leña en abundancia. |
Dia 6. Salí de esta pascana á las seis de la mañana, siempre aguas y quebrada arriba del Enemigo, y con el rumbo ya citado subí y bajé la segunda cuestecita en una hora, á paso regular de cargas. | 1 |
De la falda de esta segunda cuestecita, caminando con el mismo rumbo, me hallé en otra falda, que es la que divide las aguas de esta montaña; las unas son las que corren para el rio Maule y se precipitan en el andaribel, y las otras, que tambien tienen un mismo naciente, que llaman del Arroyo de Salas, corren para el Rio Grande. | 2 |
[45] De estas dos nacientes, aguas abajo de la Cañada de Salas, y que á corto trecho es arroyo, despues de haber bajado costeando el arroyo de Salas, y pasándolo tres veces y con pasos malos, me hallé en el mismo parage de los Ranchos caidos de Salas, en donde habia membrillos, duraznos y manzanos. | 1 |
NOTA. — Los ocho pasos de la quebrada, ó Arroyo del Enemigo, y los tres del Arroyo de Salas, son de fácil composicion; pues que el grande espacio de montañas que los rodean, lo facilita todo. | |
De los Ranchos de Salas, aguas arriba del Rio Grande de la Puente de Piedra, al arroyo del Carrizalito, rumbo al E. | |
Del Carrizalito á la Viñilla (arroyito), rumbo al E. | 1/2 |
Del de la Viñilla al de las Toscas, rumbo al E. | 1/2 |
NOTA. — De este paso bajamos á un hermoso prado, y á la orilla del N de Maule, cuyo parage se llama el Duraznito, rumbo al E. | |
De la Viñilla con el mismo rumbo, costeando siempre el rio de Maule, llegamos á la poblacion arruinada, llamada de la Viña de San Pedro, porque está al pié de un cerro grande que lleva este nombre. | 2 |
De la Viña de San Pedro al arroyo de los Ciprés, rumbo al E. | 1/2 |
Del de los Ciprés, subiendo una cuestecita, y bajada esta, nos hallamos en el Arroyito Malo. | 1/4 |
Del Arroyito Malo al arroyo de la Casa de Piedra. | 1/2 |
De la Casa de Piedra á la bajada del Durazno, y á la orilla del Gran Rio de la Puente. | 1/2 |
Dia 7. De dicha pascana, (aguas arriba de dicho rio, siguiendo siempre el mismo cañon), al arroyito de la Cuesta. | 1/4 |
[46] De este arroyito, despues de haber subido y bajado la cuesta, (la cual es muy suave) llegamos al arroyito del Rodeo. | 1/2 |
Del arroyito del Rodeo al de los Manantiales. | 3/4 |
De los Manantiales al valle Bonito, (poblacion antigua de la cacica Da. Maria Roca). | 1/2 |
NOTA. — En este valle hay un monte de duraznos, manzanos y muchas plantas de frutillas, y el arroyito de los Manantiales nace en medio de aquel monte. | |
De este valle á la Puente de Piedra para atravesar el Rio Grande de la Puente de Piedra. | 1/2 |
NOTA. — Desde la Puente de Piedra, tirando al SE como una legua, se hallan dos ranchitos, en los que vive el cacique Peguenche, que llaman Chañarillo: y siguiendo siempre aquel rumbo y cañada, se llega á la ciudad de los Angeles: en la orilla del rio arriba hay muchos cipreses. | |
Desde la Puente de Piedra, y por el valle de Maytenes, (que lo forman los cerros de San Pedro al N, y los de Castillos al S) al rodeo de D. Agustin Sagal, vecino de Purapel, rumbo al E. | 1 |
NOTA. — A poco trecho se pasa el Rio Grande de la Puente, buen paso y sin piedra, y se deja el campo del frutillar silvestre. | |
Del rodeo citado á la puerta de las Torrecillas, á la entrada y al potrero de Losazo, vecino de Pitagan, rumbo al E. | 2 |
NOTA. — Seguimos el camino real que han abierto los Talqueños, Chillanejos, los de Linares y Cauquenes, porque estos pueblos son los que tratan con los Peguenches. La pascana en que paramos fué la cumbre de un cerrito, casi pelado y con buen pasto, leña de ciprés, y á la orilla de un arroyito, que llaman de las Torrecillas: porque como son tres los cerritos que llevan este nombre, el citado corre en medio del primero y segundo cerrito: advirtiendo[47] que estuvimos por la primera vez rodeados de nieve, la cual tenia mas de tres varas de grueso. |
Dia 8. Salimos de este cerrito al salir el sol, dejando aquel arroyito, y siguiendo á la vista, aguas arriba, el Gran Rio de la Puente de Piedra, con el baqueano y un soldado voluntario adelante, para abrir camino en la nieve y ganar la subida y boca del portezuelo y la última serrania. Y como no pudiesemos pasar mas adelante, me dirigí al S y pasé el Rio Grande, y vine á parar á la falda y al lado, muy cerca de una gran piedra y sola, que tenia seis varas y cuarta de alto, y diez y seis de circunferencia. | 3/4 |
Dia 10. De mañana salió de este campamento el Ayudante D. Manuel Chaves y Cortes, con el cabo, el baqueano y el blandengue: pasaron el Rio Grande de la Puente de Piedra, y se dirigieron á la entrada de la quebrada, estero ó arroyo de Mallin, (que es el que corre en medio de la primera y segunda Torrecilla), y caminaron | 1 |
Desde la quebrada y arroyo Mallin, (que es la que divide los cerros primero y segundo de las Torrecillas), hasta el Revolcadero, aguas arriba de dicho arroyo. | 1 |
Desde el Revolcadero, aguas arriba del arroyo, al parage que llaman la Casa de la Ventana, rumbo al E. | 1 |
De la Casa de la Ventana al parage que llaman de los Frailes, siguiendo el arroyo aguas arriba, rumbo al E. | 2/16 |
Desde los Frailes á los manantiales de Mallin. | 1/4 |
NOTA. — Esta distancia estaba toda cubierta de nieve, lo mismo que los Manantiales; la que no nos impidió que vieramos correr dicho arroyo debajo de la nieve. En las faldas del cerro, que se debe subir para llegar al portezuelo de San Agustin de Saso, hay un paso que divide las aguas: las de acá entran en el Rio Grande de la Puente de Piedra, y las de allá, á la Laguna Blanca, y de alli á las del Rio Grande de San Pedro, el cual se pierde en las Pampas de Buenos Aires. | |
[48] Distancia de Talca á la Piedra del Sargento, Benites Santolaya. | 38 7/8 |
NOTA. — Desde este parage me regresé á la ciudad. | |
A las tres y cuarenta minutos de la tarde, salí de la Piedra de Santolaya para la ciudad de Talca, y á los cinco minutos me hallé en frente del picacho del cerro grande de San Pedro, siguiendo la falda de los cerros de Castilla, aguas abajo del Gran Rio de la Puente de Piedra, rumbo al E. | 1/4 |
De este parage llegué á las cinco en medio de ocho manantiales, y al N de dos ojos de agua copiosos y muy cerca, cuyo lugar se llama las Cortaderas, rumbo al E. | 1 1/4 |
De las Cortaderas me hallé á las seis á la Puente de Piedra, y lo pasé rumbo al E. | 1 1/2 |
NOTA. — En el valle de Guayquivilo hay, á la distancia de una legua y media de la puente, unos hermosos baños muy saludables, de que hacen uso los indios. De este valle corre un rio, que no es menor que el que sigo, el cual lleva el nombre del valle; y á la legua de la puente, se precipita en el Rio Grande de la Puente. | |
De la puente, aguas abajo, á las seis y tres cuartos me hallé á la orilla del arroyito, llamado Cullegué. | 1/4 |
Dia 11. A las ocho de la mañana salí de dicho parage, aguas abajo del Rio Grande, y á poco trecho me hallé en el arroyito del Carrizalito y al plan de la pequeña serrania. | 2/16 |
Del Carrizalito, ó plan de la pequeña serrania, al arroyito de los Molles. | 2/16 |
De los Molles al parage que llaman Butacura, que significa Piedra Grande. | 1/4 |
De Butacura al arroyito de Rodau. | 1/4 |
[49] De Rodau á la misma orilla de la cuestecita del Durazno. | 3/4 |
De la orilla citada á la cumbre de ella. | 1/16 |
De esta cumbre bajé por medio de una lomita que se debe componer. | 2/16 |
De este parage, que á poco trecho volví a subir, y bajar otra cuestecita toda suave, llegué á la orilla del arroyito de las Trancas. | 2/16 |
De las Trancas á la falda de la cuesta del Durazno. | 1/3 |
De la falda á la misma cuesta. | 1/2 |
De este parage subí la citada cuesta, y para llegar á la cumbre tardé diez minutos: la cual no tiene bajada, pero se debe componer, aunque no tiene peligro. | 1/16 |
De este parage al arroyito del Malpaso. | 1/16 |
Del Malpaso al arroyito de las Piedras. | 1/32 |
Del de las Piedras, y bajando una cuestecita, nos hallamos á la orilla del arroyito de los Ciprés. | 1/64 |
Del de los Ciprés se sube una lomita y se baja como una cuadra, (la que se debe componer) y al pié está el arroyito del Salto. | 1/4 |
Del arroyito del Salto se baja como media cuadra una lomita que no necesita de composicion, al pié está el arroyito de los Quillay. | 1/64 |
De los Quillay vine á costear á la Viñita, y á la orilla del arroyito ó manantial que lleva el mismo nombre. | 1/2 |
De la Viñita á los manantiales de los Maytines. | 1/3 |
De los Manantiales al arroyito de la Cuesta Mala. | 3/4 |
De este arroyito á la cumbre de la Cuesta Mala. | 1/40 |
De la cumbre bajé la citada cuesta en veinte minutos, en[50] cuyo plan hallè el arroyito que llaman de la Subida, la que se debe componer. | 1/2 |
De la Subida al arroyo del Peñasco: advirtiendo que á una corta distancia, Rio Grande de la Puente de Piedra de por medio, se descolgaba el arroyito de la Milla. | 1/16 |
Del arroyito del Peñasco al arroyito ó manantial de la Negra. | 2/16 |
De este parage á la orilla de la Loma Grande, en que llegué, cuyo parage llaman tambien la Isla del Carrizal. | 2/16 |
De la Isla del Carrizal á la cumbre de la Loma Grande. | 1/4 |
De esta cumbre, bajándola llegué al arroyito de la Laja, y como no tiene desecho, lo pasé en el mismo paso, el cual dista del camino carril de una vara; el que se debe componer, y casi sin costo alguno; porque hay tres expedientes para ello y de facil práctica. | 1/2 |
Del arroyito de la Laja á los Pedernales, que es el parage en que estaba el carril grande de Salas. | 1/6 |
De los Pedernales al arroyito del citado Salas, cuyo camino se debe componer, porque es de piedra menuda y de un costo sencillo. | 1/16 |
Del arroyito de Salas al corralito y ranchos caidos de Salas, en los cuales pasé un corto tiempo. | 1/16 |
A las seis de la tarde proseguí mi marcha, dejando el Rio Grande de la Puente de Piedra, y subiendo la quebrada de la montaña grande, siguiendo la orilla del arroyo, aguas arriba, de Salas, porque lleva el nombre de la quebrada: y despues de haberlo atravesado tres veces, llegué á la cumbre de la montaña, y en los nacientes de los dos arroyitos; el primero que corre para el Rio Grande de la Puente, y el segundo (que es el que voy á seguir), que corre para el de Maule, en cuyo tránsito gasté una hora á paso largo y de buen trote. | 1 |
[51] De esta cumbre y nacientes, aguas abajo del Arroyo del Enemigo, el cual corre por la quebrada del mismo nombre ó de Curilinche, pasé dicho arroyo dos veces y me puse en el mismo camino. | 1 |
Dia 12. De esta pascana, aguas abajo del citado arroyo, á trote largo, y despues de haberlo pasado seis veces, llegué á la boca de dicho arroyo, y á la orilla del Rio Grande de Maule en el paso del andarivel: y como no hubiese quien nos pasára, nos dimos mañana y nos pusimos del otro lado. | 2 |
A mediodia, estando todos de la otra banda y orilla del N, proseguí mi marcha aguas abajo de Maule, y á poco trecho me hallè en el arroyito de las Garzas. | 1 |
Del arroyito de las Garzas al de Moya. | 2 |
Dia 13. De mañana salí de esta pascana y arroyo de Moya: advirtiendo que todo el terreno que se comprende desde este arroyo hasta el estero y Rio chico de Claro, se llama la Viñilla; y á poco trecho me hallé en el ojo de agua al N. | 1/2 |
Del ojo de agua, que á los cinco minutos formaba un arroyito, el cual pasé dos veces, llegué á los cuarenta minutos en un manantial que no tiene nombre. | 3/4 |
De este manantial al arroyito del Romeral. | 1/4 |
Del Romeral al estero ó Rio chico de Claro, cuyo paso es mas que malo; el cual se compone con mucha facilidad, hacièndole una puente de piedra ó de madera, que todo hay. | 3/4 |
Del estero y Rio chico de Claro al arroyito del Almerillo. | 1 |
De este arroyito comencé á subir la cuesta mala que lleva tambien el Almerillo Chico, y lo bajamos; y á corto trecho llegamos al arroyo del Almerillo. | 1/2 |
Del Almerillo al arroyo de Agua Fria, el que baja y nace en la misma cumbre. | 1/4 |
[52] Del Agua Fria á la cumbre de esta montaña, que tardamos mas de una hora para subirla. | 1/2 |
De la cumbre de la montaña al arroyito de la Laja, que nace en la cumbre de esta montaña grande. | 1/2 |
Del arroyito de la Laja á la quebrada de Arellano. | 1/2 |
De la de Arellano, (siempre bajando) al arroyito de la primera agua de la cuesta. | 1/2 |
NOTA. — Esta cuesta la subí lloviendo, con todas mis cargas, sin trabajo ni peligro alguno, y tardé una hora: y como lloviese con mas fuerza y no tuviese á donde parar, continué mi camino y tardé casi lo mismo para ponerme en el plan. Advirtiendo que toda esta montaña no es mas que tierra de pan-llevar, y es imposible que se acabe la madera de aquella serrania. | |
Tambien debo advertir que en este parage de la primera agua se le debe colocar un andarivel como habia antes, interin se construye una puente de piedra para pasar el Rio grande de Maule: y por este medio se ahorrará de subir esta cuesta del Almerillo, y tambien la cuestecita mala, las que se deben componer. | |
De la primera agua de la cuesta á la estancia del Culenar, que es de D. Vicente de la Cruz y Bahamonde. | 1 1/2 |
De la estancia del Culenar (que antes era el fuerte avanzado de la ciudad de Talca) al estero ó arroyo del Teatino. | 1 1/4 |
Del arroyo del Teatino á la estancia de D. Manuel Antonio Perez y Garcia, la cual está á la falda de los Cerritos Colorados. | 1 1/4 |
De la estancia de los Cerritos Colorados á la quebrada de Robles, (agua permanente). | 1 1/4 |
De la quebrada de Robles á la poblacion de D. Elias Roco, (que es el juez comisionado del partido de Pelquí). | 2 |
[53] Dia 15. NOTA. — De mañana registré el arroyito de Pelquí, y observé que pasaba inmediato á dicha poblacion, á la distancia de 300 varas, y corre para entrar en el arroyo de Lircay, después de haber corrido como una legua al O 29° SO. | |
De mañana salí de la poblacion del partido de Litrio, y llegué á la estancia del Alguacil mayor de Talca, D. Ramon Ramirez, sin haber sufrido de ida y vuelta cosa alguna. | 2 |
NOTA. — En esta estancia despaché al sargento que me acompañaba, con dos soldados, á la ciudad de Talca, y yo tomé el camino para dirigirme al Rincon del Astillero, siguiendo la falda de los Cerros Colorados, á encontrar el camino mas directo de carretas que lleva á Santiago de Chile. | ¯¯¯¯¯¯ |
Distancia de la Piedra del Sargento á la estancia del Alguacil mayor | 31 |
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De la estancia del Alguacil mayor, D. Ramon Ramirez, al Cerro de Santa Lucia, el cual está casi en el centro del Rincon, y á la orilla del Astillero (que es camino real), rumbo N 11° NE. | 2 1/2 |
De este cerrito á la poblacion de D. Manuel Lopez Parga, rumbo N 17° O. | 2 3/4 |
NOTA. — Me fué preciso parar en esta estancia de D. Manuel Lopez de Parga, por ser el diputado y juez comisionado del partido del Pelarco, para tomar un conocimiento exacto de los dos rios de Lontuè y Claro; como tambien para medir la distancia que hay entre estos dos rios, nivelar el terreno, y determinar el parage (en caso que se verifique el proyecto) por donde se debe sangrar el rio de Lontué para echar las aguas en el Rio Claro para hacerlo navegable, y para que los gèneros de Buenos Aires puedan transportarse por medio de esta navegacion, (que es desde el centro de la Cordillera de los Andes) hasta el puerto de la Nueva villa de Bilbao, y de allí á los puertos de toda la costa[54] y puertos intermedios del Mar Pacífico; y por este medio abandonar la carrera marítima del Cabo de Hornos y de San Antonio, que es tan peligrosa, aun á las naciones extrangeras. | |
En este dia pedí el auxilio al comisionado de este partido, D. Manuel Lopez de Parga, por cuyo motivo suspendí la diligencia. | |
Dia 17. En este dia pasè al reconocimiento de toda esta rinconada, y tambien inspeccioné los dos rios de Lontué y Claro, y me hice cargo de todas las acequias que los vecinos de este partido han sacado para regar parte de los terrenos de ambos rios: con lo cual hice las demarcaciones desde el patio de la casa del diputado, y son las siguientes:— | |
La parroquia de San José de Pelarco me demoraba al SO 10° S, á distancia de 7 leguas. | |
La Punta del Romeral, que pertenece á los herederos del finado D. Leandro Moreyra, y de donde los Vergaras sacaron una acequia, sangrando el rio de Lontué, el cual corre sobre la superficie de la tierra, al NE 10° N, distancia dos leguas y media. | |
NOTA. — Tambien aquel terreno pertenece á D. Alonso Ignacio. | |
El remate de esta acequia concluye á la estancia del finado D. Calisto Cruzate, cuyo desague me demoraba al N 4° O, á la distancia de dos leguas y cuarta. | |
NOTA. — Esta acequia consta de 5,000 varas de largo y tres cuartas de ancho, la cual corre casi toda ella en la haz de la tierra. | |
Muy cerca del Rio Claro, por la parte del E, rio citado de por medio, á la distancia do dos leguas, está el cordon de cerros, que llaman de la estancia del Cerrillo Verde, el cual me demoraba al NO 6° N, á cuyo punto llaman los vecinos el Mal paso de Lontué, y en verdad es muy malo. | |
[55] Dia 18. A la tarde de este dia llegaron el cabo con tres milicianos, con los demas caballos de silla y de carga para la comitiva; y entonces mandé y dí á reconocer mi ayudante, D. Manuel Chaves y Cortes, y el sargento de blandengues, D. Benito Santolaya, los dos acompañándome desde la capital de Buenos Aires. | |
Dia 19. No salí de mañana porque amaneció lloviznando; pero á las once y cuarto me puse en camino con todos los acompañados, en consorcio del diputado y juez del partido, D. Manuel Lopez de Parga, que me servia de baqueano en esta jornada, y con Santos Rodriguez, mi baqueano y lenguaraz, que tenia para pasar la Cordillera: y como la casa del juez estuviera á la orilla de Rio Claro, lo pasé, enderezándome para la Cordillera, aguas arriba, del Rio Claro una media legua. Advirtiendo que dichas barrancas son de tierra y tal cual tosca, y de cuatro varas de altura. | |
De aquel punto me separé del Rio Claro, me dirigí al N, acercándome al rio de Lontué, cuya barranca hallé un poco menos elevada que la anterior; y atravesando una pampita, reconocí que me manifestaba haber sido la madre del rio Lontué, porque el piso y todas las dos barrancas estaban llenas de piedrecitas, y por no haber hallado en todo el terreno andado en estos dos dias ninguna, y solo en esta zanja, que llegaba al mismo rio citado. A la una de la tarde creí llegar á la orilla del Lontué, y hallé que no era mas que un brazo de èl, cuyo parage lo llaman Taruñe, en lengua de Peguenche, que en castellano quiere decir Cerro de ojo: en cuyo parage hallé dos ranchos, que pertenecian á D. Santiago Vergara, como dueño de todo el terreno y estancia. De allí, y con el susodicho proseguí mi reconocimiento para el N 8° NO. Pasé los tres brazos del rio de Lontué, y llegué á la orilla del S de este rio, el cual me manifestó tener 50 varas de ancho: cuya profundidad no la pude indagar, porque D. Santiago Vergara me dijo, que ninguno lo habia podido pasar allí, habiendo nacido en aquel lugar y teniendo mas de 70 años de edad. Y habiendo ofrecido pagar al que se quisiera arriesgar, me respondieron de que era imposible por tener el rio mucha corriente; y D. Santiago me volvió á asegurar que jamas habia[56] dado paso. Con lo cual me volví a dichos ranchos, é hice las observaciones siguientes. | |
El cerrito de la Capellania me demoraba al N 8° NE. El cerro de Taruñe, en cuya falda pasa el rio de Lontué, al E 19° SE. El cerro de Chancho Corral, al NE 12° N. La cumbre mas alta del cerro Chequenlemo, que en castellano significa Cerros del monte, al N 12° NE. Lo mas alto del cordon de Cerros verdes, al O 4° N. El sauce que está á la orilla de Lontué, á donde estuve con toda la gente, al N 27° NE. | |
Con lo cual me regresé, caminando aguas abajo de Lontué, dirigiéndome para la toma de la acequia de D. Santiago de Vergara: pero la gobierna esta acequia D. Juan Olguin, los dos de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario, la que está fabricada entre los dos rios. Al cuarto de legua, rio arriba de esta poblacion, y á la orilla de Lontué por la parte del S, está la poblacion y estancia de D. Antonio Briones, rio Lontué de por medio. | |
A las tres de la tarde continué mi reconocimiento, siempre aguas abajo y por la orilla del S. A la hora me hallé á otra toma del mismo rio, cuya acequia la habia sacado D. Juan Olguin, para dar agua á su chacra: la fuí siguiendo siempre con el mismo rumbo, que es el O, y al cuarto de hora me hallé á dicha chacra, y al desague de la acequia, porque no pasaba mas adelante. Me bajé en la misma orilla, y fuí prosiguiendo mi reconocimiento, aguas abajo de Lontué; y á 50 varas de distancia me hallè con otra loma, que me dijeron era de D. Vicente Rojas, tambien vecino de aquel partido; y esta corre hasta la misma chacra y en ella se pierde. Prosiguiendo mi reconocimiento, me hallé con otra loma que habian sacado del mismo brazo ya citado, y me dijo que la habia abierto D. Leonardo Pereira para dar[57] agua á su poblacion: y como no hubiese mas acequias que me pudiesen instruir para mi reconocimiento, suspendí, y dejando el rio de Lontué, seguí la citada acequia 1,000 varas, y me hallé á la poblacion de D. Leandro. Y como esta acequia la hubiesen costeado entre dos hermanos y un sobrino, por este motivo al remate de la chacra ya citada se divide la dicha acequia en dos brazos, el uno que corre inclinándose hácia el norte, y llega á las tierras del finado D. Nicolas Moreira, (despues de haber corrido media legua) y el otro, que se inclina para el S, remata en la misma poblacion del sobrino D. Manuel Moreira; perdiéndose ambos en el monte, que es un cordon de cerro que corre al E. Y como las demas acequias que hay mas adelante no favorecen mi proyecto de hacer navegable parte del Rio Claro, dí fin á este reconocimiento por esta parte, para continuarlo desde el citado Rio Claro. Despues de haber pasado la loma de D. Juan Olguin, y otra á la distancia de 700 varas, que abrió D. Juan Poblete, me hallè en la poblacion de D. Pedro Silva, y por ser las seis de la tarde, me regresé á la casa del Señor Juez diputado, con el rumbo del S 6° O, atravesando todo el citado rincon: á las siete tres cuartos llegué á la barranca grande del Rio Claro. Lo pasé, y á las ocho lleguè á la poblacion citada, por lo que creo haber caminado tres leguas esta tarde, y esta mañana dos. | |
Dia 20. En este dia me hice cargo de todo el terreno en contorno, despues de haberlo nivelado, de que resultó que el Rio de Lontuè tiene cuatro varas escasas de mas elevacion que el Rio Claro: por lo que creo se podrá muy bien y con mucha facilidad sacar de este rio un brazo ó dos; porque en frente de la villa de Curicó tiene en el dia tres brazos, y cualquiera de ellos es tan caudaloso como el mismo rio, por entrar en él muchos manantiales y arroyitos de los Cerritos Verdes, que corren del S para el N. Esta obra se debe principiar desde la primera sangria, un poco mas abajo ó arriba, cortando la lomita del terreno que media entre los dos rios de Lontué y Claro, cuya division debe hacerse en diagonal, para que el terreno sea mucho mas útil y provechoso á sus hacendados. | |
NOTA. — Con esta obra no será necesario pasar el Cabo de[58] Hornos ni el Estrecho de Magallanes, y se ahorrarán los grandes fletes marítimos que se pagan para llevar los efectos á todos los Puertos Intermedios hasta la gran ciudad de Lima. Se conseguiría tambien la reduccion general de todos los indios Pampas y demas naciones que se hallan en aquellas inmediaciones, que pasarian á poblar las mas que dilatadas pampas de Buenos Aires: que es cuanto puedo decir por ahora. Advierto por último, que la diagonal citada se debe procurar que no exceda de dos y media á tres leguas, siempre que el terreno lo permita: porque, si hay lugar, será mejor que sea menos, para no exponerse á que las aguas pierdan sus fuerzas y destruyan las del Rio Claro. El dia siguiente hice las observaciones que anoto: — | |
El Frutillar me demora al SO 10° O; la estancia de D. Pedro Olave al SO 16° S, y el mojon de dichos dos establecimientos á la orilla del Rio Claro, que es á donde me hallo, al SO 7° O. |
Dia 21. Desde la casa del citado Juez, y por la parte ú orilla del S de Rio Claro, aguas abajo, se halla á la distancia de una legua una estancia que llaman del Frutillar. | 1 |
De la estancia del Frutillar á la de D. Pedro Olave. | 1 |
De la de D. Pedro Olave al Camarico. | 1/4 |
Del Camarico á la estancia de Paredones. | 1 1/2 |
De los Paredones á la estancia de Leiva. | 1 1/2 |
[59] De la estancia de Leiva á la de D. Clemente Corbalan. | 1 1/2 |
De la de Corbalan á la estancia de D. Juan José Sepulveda. | 1/2 |
NOTA. — En este parage entra el estero ó arroyito de Panguí, y se pasa. | |
De la estancia de Sepulveda al Rincon de los Morales. | 2 |
NOTA. — En este rincon se debe pasar el Rio Claro para seguir la orilla, por ser el mejor paso, y porque el camino es todo de lomita. Atravesado este rio, se llega á la estancia de la viuda de Ramirez, por cuyo motivo se llama aquel paso el de la Viuda de Ramirez. | |
De la estancia de la viuda de Ramirez á la de D. Faustino de la Cruz y Bahamonde, Alferez real, propietario administrador de correos de la ciudad de San Agustin de Talca. | 1 1/4 |
NOTA.—Se advierte que, en llegando al cerco del citado D. Faustino, por no dar vuelta á todo el dicho cerco porque es largo, se le hace un portillo, que se volverá á cerrar luego, para caminar en línea recta hasta la casa del dicho Alferez real. | ¯¯¯¯¯¯ |
Distancia de la estancia de D. Manuel Lopez de Parga á la de D. Faustino. | 10 1/2 |
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A las nueve de la mañana salí del Rincon de la Lionera, y seguí por la orilla del S de Rio Claro, rio de por medio, el cual dista un cuarto de legua, y al E de la casa del Juez. En este parage el rio está en su mayor angostura, y solo en este rincon y por esta banda se puede volar un arco para hacer una puente y la casilla para el guardia: pero esto es en caso de que se sangre el Rio do Lontué para facilitar la navegacion del Claro, que como he dicho tiene mucho mas descenso. | |
A las once llegué al paso de Moya, (á donde habia á corta[60] distancia unos ranchitos), paso bueno para atravesar el Rio Claro y tomar el camino real que lleva para la villa de Curicó hasta la ciudad de Santiago de Chile: creo haber caminado | 2 1/4 |
Proseguí el camino (siempre por esta banda) sin parar, y á un paso un poco mas que regular para cargas; y á las cuatro de la tarde me hallé en frente á la capilla de San José de Pelarco, á una corta distancia y muy cerca de la orilla del Rio Claro. | 5 1/2 |
NOTA. — Hasta este parage el rio tiene grandes barrancas de tierra con algunas piedrecitas, las corrientes regulares, el caudal de agua abundante, el fondo de arena, media gruesa y muy blanca, con tal cual piedrecita, muchos y buenos pastos, ganados vacunos y lanar en abundancia, caballadas mas de lo necesario para la vida campestre y labranza, árboles frutales de trecho á otro mas de lo necesario para el consumo, las aguadas inagotables y preciosas: cordillera no hay, porque es parte este camino del Rincon del Astillero y del gran valle de la ciudad de San Agustin de Talca, y es igual al camino real de Sobremonte, y solo se hallan unos cerrillos ó lomitas regulares, en las cuales se siembra en algunas, y en otras hay huertas con unos frutillares que forman prados. | |
De este punto continué mi marcha, y á las cinco lleguè al Estero de Panguí, (que es un arroyito mas que regular), el cual atravezè inmediatamente: á corta distancia me hallé á las orillas del Rio Claro y en el paso que llaman de las Toscas, que por otro nombre lo conocen por el Pozo de la viuda de Ramírez. | 1 1/2 |
NOTA. — En este paso me esperaba D. Miguel Cornejo, vecino de la ciudad de Talca, el cual nos guió para pasar el rio: estos dos últimos pasos son muy buenos y sin riesgo. | |
De este paso, y hallándome a la orilla opuesta, continué mi marcha, llevando siempre á la vista el Rio Claro; á la media hora me hallé en la loma de la acequia de D. Faustino Cruz. | 1/2 |
De la acequia del Alferez real continué mi camino, y á[61] las seis y cuarto de la tarde llegué á la poblacion del ya citado D. Faustino de la Cruz y Bahamonde. | 1 |
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Distancia desde el Juez realengo á lo del Alferez real. | 10 3/4 |
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NOTA. — El Señor D. Faustino de la Cruz y Bahamonde me obligó, por ser tarde, á que pasára la noche, y sin que lo supiera mandó desensillar los caballos y bajar las cargas: y como tuviese que imponerme de la derrota que debia seguir, consentí á ello, para continuar mi reconocimiento. | |
NOTA 2.ª — De la estancia del Juez realengo, diputado y comisionado del partido de Rio Claro, D. Manuel Lopez de Parga, el cual dista del Rincon de la Leonera, (rio de por medio) se pasa primeramente la quebrada del Ciprés. Del otro lado de dicho rio estan los cerros de Gutierrez, que quedan en frente de la estancia del juez: despues se pasa la quebrada del Frutillar, y del otro lado del citado rio estan los cerros de la Puntillas de las Varas. Sigue la quebrada de los Quillares, y en frente los mismos últimos cerros ya citados. Despues se pasa la quebrada de Moya, y en ella, muy cerca á donde entra en el Rio Claro, está el paso de dicho rio, que lleva el mismo nombre de Moya, el cual es muy bueno en todas sus partes. De este paso creo que hay dos leguas y cuarta del parage por donde debe entrar el Rio de Lontuè al Rio Claro, por ser el mas proporcionado, y cuyas barrancas son mucho mas bajas que las de Lontué, (como se ha dicho) y con mucha facilidad se podrá hacer correr y entrar para incorporarse al Rio Claro, respecto á que hay muchas acequias que corren en la superficie de dichos terrenos. A corto trecho estan los cerros de Itaquí, siempre de la otra banda. | |
Despues se pasa la quebrada del Camaricó, y en frente el Cerro de los Monos; la Quebrada Honda en frente del rincon que llaman de Valdivia, y al E de la parroquia de San José de Pelarco (ó potrero de D. Vicente de la Cruz y Bahamonde, hoy Super-intendente de la Nueva villa de Bilbao). De allí, por último, se vá al estero[62] ó arroyito de Panquí, el cual se pasa con mucha facilidad, por ser el paso buenísimo: y de este paso, siempre aguas abajo de Rio Claro, á corto trecho se pasa á la otra banda del citado rio, por el camino como el antecedente, y con todas las demas comodidades. Advirtiendo que el arroyo de Lircay dista poco del último arroyito de Panquí, cuyo paso no deja duda para pasarlo con comodidad, aunque sea crecido, como yo lo pasé. | |
Dia 22. A la mañana el tiempo se manifestó lluvioso. Este terreno es el que se debe preferir para abrir el camino real, sea para la ciudad de Santiago de Chile, sea para la de Talca, ó bien sea para embarcar los efectos que puedan venir de la capital de Buenos Aires, los cuales se deben aportar al E del convento de San Agustin, que dista de Rio Claro como un medio cuarto de legua, y no dudo de que dicha ciudad se extenderia hasta allì; porque las tropas de carretas ó de mulas tendrian los auxilios que necesiten. Pero para ello será preciso se haga una puente, para evitar en lo sucesivo alguna desgracia, lo que es fácil practicar. Con este motivo hice las observaciones siguientes. | |
El Cerro del Monigote está cerca de la ciudad al E 4° SE. El cerro de Guancueche al E 11° NE. Los cerros de Panguí al E 22° NE. El cerrito de Santa Lucia al E 30° NE. La torre del convento de San Juan de Dios, (rio de por medio, todo lo demarcado y lo que se demarcará), al SE. Los cerritos de los Meneses al SE 1° E. El Convento de San Agustin al SE 7° S. Los cerritos de Alquen (y del otro lado de Maule) al SE 23° S. El cerro Achiguano de este lado del rio de Alquen, y[63] por la parte del mismo nombre del N al SE 16° S. La torre de la Merced al SE 12° S. | |
Dia 24. De la misma estancia del Alferez real hice para instruirme el itinerario siguiente, para poderme conducir al cerrito del Morro, y registrar la boca del Rio Claro, cuyas aguas se juntan con el gran Rio de Maule. | |
De la estancia del Alferez real (aguas abajo de Rio Claro, siguiendo la orilla en que me hallo) á la de Morales. | 1 |
De la estancia de Morales á la de los Figueroas, (llamada en el partido la de Guepú). | 1/2 |
De la estancia de los Figueroas á la de D. Rafael Acevedo. | 1 1/2 |
De la estancia de Acevedo á la de los Toledos. | 1/4 |
NOTA. — Allí está el cerro llamado del Morro, y tambien la junta del estero ó arroyito de los Puercos, que entra en el Rio Claro, y este en el grande de Maule: hay allí tambien el cerro de Alcamo, ó lomas que se presentan muy cerca. | |
Dia 24. En este dia, habiendo registrado y examinado todo el terreno en que me hallo, y no teniendo con que poder continuar mi marcha por la boca del Rio Claro, é instruirme de lo que toca á la navegacion del gran rio de Maule, determiné pasar á la ciudad de San Agustin de Talca, para pedir al Señor Juez subdelegado de ella, una lancha ó bote para pasar á la boca y barra de la Villa Nueva de Bilbao, ó astillero de este puerto, y con el objeto de dicha navegacion, examinar la ventaja que estos rios ofrecen al comercio de Buenos Aires, al de Santiago de Chile hasta Lima, comprendiendo los Puertos Intermedios: precaver los gastos inútiles que se podian originar, y evitar que se malogre esta expedicion y mis ideas, que me han acarreado muchas penalidades por no tener siquiera uno que hablase como yo. | |
Dia 15 de Noviembre. Salí á las ocho de la mañana de la ciudad de San Agustin de Talca, dirigiéndome á la poblacion[64] del Señor diputado D. Rafael Acevedo, y á las once y media llegué á la casa de este, que me franqueó cuanto cupo en sus facultades, y luego mandó á que trajeran sus caballos, diciendo que no queria pensionar á ningun vecino. El rumbo que he traido es el O 20° S, y he caminado cinco leguas, segun el cómputo de esta jurisdiccion: porque el Diputado me dijo, que la ley de la provincia mandaba que se les diera á cada una 36 cuadras de 150 varas, con que mi regulacion fuè nula: pero para mis cálculos digo que he andado cuatro leguas y media. | |
La Punta del Morro, en donde desemboca el Rio Claro, me demoraba al S 12° O, á la distancia de dos leguas, segun mi cómputo. | |
NOTA. — Luego que se sale de la ciudad, y á un medio cuarto de legua, se pasa el Rio Claro, que tiene allí buen paso y firme en todo tiempo, excepto en los años abundantes de nieve; luego que se ha pasado, se sube la cuesta que llaman de la Chepita; se sigue aquel valle, que se llama de los Puercos, y se llega á la poblacion del Diputado, cuyo parage se llama Pocoa. El terreno en que está el Morro, que es la boca del Rio Claro, se llama el del Barco, y mas propiamente el de la Cabreria: y debo advertir, que mas abajo del Morro está el parage que llaman de la Punta, y como una legua (que es en donde me embarqué) rio abajo de Maule, se llama Chayen, á donde vive el juez del partido. Seguí la navegacion por el Rio de Maule, (aguas abajo) y reconocí todas las circunstancias de este rio: el camino es muy bueno, fuera de la cuesta hasta cerca del Morro, el cual se puede muy bien componer para carretas y á poco costo. La Punta del Morro es escabrosa para subir y bajar, y con justa razon los vecinos llaman al parage la Cabreria. | |
Despues de la siesta salí de la poblacion, y á corto trecho dejé el camino, siguiendo otro peor, porque era todo cuesta; y despues de las oraciones llegué al Infiernillo, cuyo parage es el embarcadero para bajar á la Nueva Bilbao. El rio de Maule está allí dividido en tres brazos, cuyos vecinos los suelen pasar á bola piè, cuando[65] les urge trasladarse á la otra banda, la cual está llena de huertas. Esta jornada es de dos y media leguas. | |
NOTA. — Este parage á orilla del Rio de Maule, aunque el camino es bastante malo para bajar á él, es muy divertido, y poblado de parrales, árboles frutales y sembrados. En este lugar están los almacenes de trigo de D. Vicente de la Cruz, y en la orilla de este rio hay un buen desembarcadero con una vara de profundidad. Pasamos allí la noche, porque el juez comisionado se hallaba ausente del partido, y el barco no habia llegado. | |
Dia 16. De mañana salimos de este parage, y caminamos, aguas abajo del Rio de Maule, como tres leguas, en donde hallamos el bote que el Señor Super-intendente, y el Juez real subdelegado de Talca me habian franqueado para pasar la boca de Maule. | |
NOTA. — Tambien este parage está muy poblado de huertas con un buen desembarcadero: el camino es peor que el antecedente. | |
A la una de la tarde anduve al O 2° S un cuarto de hora. | 1 10 |
De la 1 15' hasta la 1 30' corrí al NO 7° O. | 1 15 |
De la 1 30 hasta la 1 45 al O para seguir la canal, y llegué á los Cerros de Tucuña. | 1 7 |
De la 1 45 hasta la 1 55 al S 13° O. | 45 |
De la 1 55 hasta las 2 al SO, y llegué al Cerro de Chaman. | 15 |
De las 2 hasta las 2 5 al O, y llegué al Paso de Pichaman, en donde habia una canoa en la otra orilla. | 12 |
De las 2 5' hasta las 2 15 al O 30° NO. | 1 |
De las 2 15 hasta las 2 30 al OSO: aquí se hace[66] fuerza de vela y remo para no caer sobre unos peñascos. | 1 15 |
De las 2 30 hasta las tres de la tarde, al O. | 2 15 |
De las 3 hasta las 3 5' al NO con tres varas de agua. | 20 |
De las 3 5 hasta las 3 10 al NNO. | 15 |
De las 3 10 hasta 3 15 al ONO. | 15 |
De las 3 15 hasta las 3 20 al SO. | 20 |
De las 3 20 hasta las 3 30 al O 30° S, y llegué á un parage que llaman los Quinanes. | 45 |
De las 3 30 hasta las 3 35 al SSO. | 12 |
De las 3 35 hasta las cuatro de la tarde, al O 1/4 NO, y llegué á los Tablones, que es á donde labran maderas para fragatas: en la loma estan las casas ó poblaciones, que llaman de Chamurro, en á la orilla del E. | 2 |
De las 4 hasta 4 20' al SSE, y me hallé en el banco, con dos y media varas. | 45 |
De las 4 20 hasta las 4 30 al N 1/4 NO. | 50 |
De las 4 30 hasta las 4 45 al N, con lo que llegué á Maquega, y à la chacra de Leon Villar. | 1 |
De las 4 45 hasta las 4 55 al NO con tres y media varas de agua. | 30 |
De las 4 55 hasta las 5 5' al NO, y llegué al parage de Maquega, en que hay canoa y ranchos á la orilla del N. | 15 |
De las 5 5 hasta las 5 10 al SO, en que llegué al banco del Mellicó, ó Corrientada, como dicen en este rio. | 12 |
[67] De las 5 10 hasta las 5 13 al O, y me hallé en un remolino mas que regular: aquí fuerza de vela y remo. | 6 |
De las 5 13 hasta las 5 23 al NNO, y me hallé en un mogote de piedra ó isleta, al que puse el nombre de Isla del Cruceño Chaves, que era el nombre de mi ayudante, oriundo de esta. | 20 |
De las 5 23 hasta las 5 30 al O, 25° S. | 20 |
De las 5 30 hasta las 5 40 al O. | 1 |
De las 5 40 hasta las seis de la tarde al O 6° S, en que llegué al Astillero Viejo, en donde se construyó por D. Ignacio Villigaray, y al S (el Rio de Maule de por medio) un navio de 50 cañones, que por no tener con que sufragar los gastos, lo dió á S. M. Estaba en un parage que llaman la Niñita. | 1 30 |
De las 6 hasta 6 5' al ONO, y llegué á las Ortigas. | 15 |
De las 6 5 hasta las 6 18 al OSO, que me hallé á la Pomilla. | 40 |
De las 6 18 hasta las 6 36 al O 1/4 SO, con tres y media varas de agua, al N el Cerro Galan, y al S el de Anima. | 45 |
De las 6 36 hasta 6 45 al NO, hasta el Cerro Galan. | 20 |
De las 6 45 hasta las 7 4 al O 1/4 SO, 3° O, llegué al Cerro de Anima, y al N de la proa de la goleta que se está fabricando, y me desembarqué por no poder llegar á la boca y barra de esta ensenada. | 40 |
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Distancia de la ciudad de Talca á la Nueva Villa de Bilbao. | 22 49 |
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Dia 17. De mañana pasé á la cumbre del cerro Mutun1 el cual se halla á la entrada de esta ensenada[68] al S; y desde la cumbre registré la costa del Mar Pacífico, del S para el N, y de una y otra orilla del gran Rio de Maule, y me hice cargo de una ensenadita que forma la costa por la parte del S, como asimismo de todos los objetos que podian necesitar los navegantes: como son, el cerro, la canal para la entrada ó salida, las ventanas de Arana (que es en el dia el que construye una goleta en aquel nuevo astillero, la que tiene 77 varas de quilla y 18 de manga) los farallones, y la punta mas baja de arena.
Desde el citado astillero demarqué el Cerro de Mutun, que me demoraba al ángulo del O para el N, con la variacion NE de 14° 36'. Con estos me dirijí á registrar esta bahía del modo siguiente.
Con el rumbo citado me dejé caer en la primera canal, y al poco trecho me hallé á la punta del E de la Isla de Vilches, y á los 6', á la punta del O, en cuya isleta hay dos ranchos de pescadores.
A las 7 horas 30 minutos me dirijí al NO 1/4 N, y me hallé con 16 pies de fondo, desde los primeros ranchos hasta el penúltimo, por la parte de la punta del bajo del astillero, y de allí al último rancho, lo mismo al que se sigue, el cual está á la falda del cerro de la villa, que llaman Pan de Azucar, y de allí al rancho de Juan José Rojas, idem.
De este rancho tiré al NNO, y hallé el de Juan Cespedes y Santander, cuyo fondo es 17 pies; se sigue el de D. Venancio Guansalia en la isla citada, idem; en la punta del O de la isla, idem.
De este parage corrí al SO 1/4 del camino que sube á la lomita: à la plazuela de la villa, idem. La punta de los Espinosas al N de la villa, idem. A la orilla del citado, y á donde se amarra el barco, 18 pies, y 21, arrimado á tierra. De allí al NO á la punta citada, 23 pies; en frente y al NNE de la Quebrada de Miel: de allí á los ranchos de Agustin Rivero, 27 pies, se sigue á la otra punta de piedra con el NO 1/4 O, idem; desde el Estero de los Molinos á la villa, 21 pies, y continuando por el Estero de Quiñon hasta hallarse NE y SO con la punta del Cerro Mutun, rio de por medio.
NOTA. — El citado estero está N y S con el cerro.
[69] Las ventanas O 1/4 SO, idem; el fondeadero, 24 pies, y á las mismas ventanas y punta, 26; en el medio de las cuatro ventanas, 30 pies, y en el mismo boqueron SE 1/4 E.
Por donde registré á mi satisfaccion la barra, y sobre de ella hallé 22 pies: no pasé mas adelante, porque el fondo venia creciendo mucho, por lo que me regresé. Hallándose concluido este primer reconocimiento pasé al segundo.
A las diez entré en la segunda canal, arrimándome á la orilla del Cerro Mutun y de la villa, y pasada la boca del Estero de los Molinos, 13 pies; pasado la boca del estero de los Molinos para el NNE en frente de las tres quebradas, antes de llegar á la punta del banco de afuera, 5 pies; entre la isla y la villa, 12; á la punta del O de la isla y al SO 1/4 O de la villa, 9, á una regular distancia de aquel camino para la loma.
NOTA. — En este parage se puede hacer un dique, y lo mismo en el astillero, como tambien del otro lado del Cerro de Anima, sin mayor costo, porque de por sí estan la mitad hechos.
La casa de Paule Prudencio, idem; la de José Pepulvera, 9 pies; Fernando Diaz, idem; desde Rosario Fuente SO, idem; á la punta de la isla del NE, 8 pies; Prudencia Hernandez, ESE, 7 pies; Agustin Soto, 9 pies; José Madueño, idem; José Galdames, y á la boca del estero del mismo nombre, 9 pies; en medio de las dos casas del astillero, 12 pies. A la tarde pasé á la ensenadita ó caleta, la cual es muy á propósito para el desembarco.
De aquí resulta que el puerto de la Villa Nueva de Bilbao es la llave de aquel reino, y la ciudad de San Agustin de Talca, la puerta de la capital de Chile. Por lo que, el Ingeniero geógrafo comisionado es de sentir, que en dicha ensenada se fabriquen algunos reparos, mas que necesarios para la defensa de estos pobladores.
Dia 19. Muy temprano vino el capitan de aquella maestranza, con la gente y las cabalgaduras, y me dirijí en derechura á la lomita de la caleta, á fin de dar fin al reconocimiento, y regresarme á la capital de Talca.
A las nueve demarqué el rumbo que corresponde á la caleta ó ensenadita, el cual lo hallé al O.
[70] Dia 20. Habiendo llegado á la caleta, é impuesto de todas las partes de ella, formé una base N y S de doscientas varas de largo, con cuyos estremos hice las demarcaciones siguientes.
El cerrito de la iglesia de Bouza } | S 51° O. | |
Idem el Farallon del Francés } | 1.ª observacion. | N 25 O. |
El cerrito del Alcalde | S 34 E. | |
El Farallon del Francés } | N 41 O. | |
La Iglesia de Bouza (cerrito) } | 2.ª observacion. | S 46 O. |
La punta mas al O de la iglesia | S 51 O. | |
El del farallon segundo | N 57 O. |
NOTA. — Hay tres cerritos en el mar y en el rio, aislados, y otros tres seguidos en la tierra firme: despues de estos, y del que está mas al N, se halla un portezuelo que tiene 93 varas de latitud, con la direccion al Rio do Maule, el que dista 72 varas de este rio. En caso que se cierra la barra, tiene 64 varas hasta la orilla del Mar Pacífico, el que baña la ensenadita ó caleta.
Esta barra no tiene piedra, ni tampoco la hay en la canal, ni peñasco hasta el Morro, ni menos en el placer, cuyo fondeadero es lama revuelta con arena. La marejada jamas puede impedir la entrada y salida: á 20 leguas hay minas de fierro.
Este puerto es el mejor de cuantos hay en esta costa, excepto Valdivia, y con dos fortines, y dos lanchas cañoneras para su defensa, no hay fuerzas enemigas que lo puedan saquear ni arruinar.
Cada lancha cañonera, construida en esto puerto, podrá costar 4,000 pesos, ó poco menos; de las mismas dimensiones que las que se han construido en Concepcion de Penco: las que, despues de fabricados los fortines, podrán destinarse para cualquiera de los otros puertos que mas lo necesitáran.
Dia 21. Habiéndome hecho cargo, por medio de mi reconocimiento, de todo el terreno, y examinado con madurez todas sus circunstancias, debo decir que esta villa no saca ventaja alguna en tener tierras á la otra banda del Rio de Maule, porque de este lado tiene bastante para fomentarse, aunque tuviera triplicado vecindario.
Dia 22. Esta mañana salí del Astillero, pasé el Rio de Maule en el mismo bote, y estuve mucho tiempo en la orilla, esperando al comisionado con la caballada.
[71] Salí del parage (que es el camino que conduce á la ciudad de San Agustin de Talca) y llegué á unas poblaciones de pescadores. | 1/2 |
De estas casas á la de D. Manuel Astoriaga. | 1 1/4 |
De D. Manuel Astoriaga al estero de la Puente. | 2 1/2 |
Dia 23. De este estero á la Pata de Vaca. | 4 3/4 |
De este parage á la Capilla de Pencagua. | 4 1/2 |
Dia 24. De Pencagua á la orilla de Rio Claro. | 3 1/4 |
De Rio Claro á la ciudad de Talca. | 1/2 |
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Distancia del parage de Maule á Talca. | 17 1/4 |
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NOTA. — Este camino no es tan malo como lo habian pintado, y aseguro que costaria muy poco para hacerlo de carretas. Todo este tránsito es una delicia, porque en todo este estrecho no se vén mas que poblaciones y muchísimos ranchos, todos muy bien poblados. Advirtiendo que se encuentra mucho ganado vacuno, lanar y cabrio, con bastantes crias de caballos. |
Para que no falte cosa alguna en este diario, me veo en la precision de explicar este camino de otro modo. | |
De la ribera del rio á Quiboldo. | 1/2 |
De Quiboldo á Quenon. | 1 |
De Quenon á las Aguadas. | 1 |
De las Aguadas á la Puente (ya no existe). | 1 |
De la Puente á la Aguada Buena. | 1 |
De la Aguada Buena al Trapiche. | 2 |
Del Trapiche á Batuco. | 2 |
[72] De Batuco al Estero Puercos. | 4 |
Del Estero de los Puercos á la ciudad de Talca. | 5 |
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Distancia del parage de Maule á la ciudad de Talca. | 17 1/2 |
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NOTA. — Uno y otro camino son iguales, con poca diferencia, se debe pasar en ambos con cuidado el Estero de los Puercos, tiene atolladeros en todas partes. |
Nota 1: Mutun en lengua Peguenche, quiere decir vámonos.
En cumplimiento de todas las partes que abraza mi comision, pasé á la boca y barra de la Villa Nueva de Bilbao, el dia 15 del mes que acaba, para reconocer por tierra la ribera de los dos rios, Claro y Maule, desde la ciudad de San Agustin de Talca hasta el parage que llaman el Infiernillo, cuyo tránsito es solamente de siete leguas, en que tardé dia y medio, porque las dos últimas no ofrecen mas que camino verdaderamente de cordillera. A la una de la tarde del segundo dia de mi salida, me embarqué en el Infiernillo, en una lancha, y bajando el rio citado, me puse en el Astillero en cinco horas y media, en cuyo tiempo anduve mas de 20 leguas: parándome á cada cuarto de hora, para echar la sondaleza y hacer otras observaciones que me parecian conducentes al desempeño de mi comision.
Al dia siguiente me orienté para dar principio á mi reconocimiento, que reduje á siete puntos principales: que son, la barra, el puerto de Maule, el Rio de Maule con todos los esteros que corren por dentro y fuera de la Villa Nueva Bilbao, el Astillero, que no puede haber cosa mejor en el Mar Pacífico, los diques, que se pueden construir con la mayor facilidad, la caleta, ó ensenadita de la Villa, que está al S de los farallones, la Villa de la Nueva Bilbao, y los defectos de la poblacion, de los que voy á tratar separadamente.
Primeramente, lo que mas he estrañado es, que haya pilotos y otras personas que declaren, que la barra puede estorbar la entrada y la salida de este puerto; mientras que, Exmo. Señor, su único defecto es, permitir que entren navios de alto bordo.
[73] La boca de este rio tiene mas de 800 varas de ancho, y la canal en su menor profundidad, de 30 hasta 31 palmos de agua, de cuyas dimensiones se deduce que debe haber bastante capacidad para la entrada y salida, sin riesgo alguno: pero para ello es preciso que el piloto no lo sea de agua dulce, que en mi país llaman lamanur. Es positivo que el mar se alborota algunas veces, pero sucede con los vientos que corren desde el S para el O, y tambien hasta el N; pero se calman con los contrarios inmediatamente, lo que me consta por mi propia experiencia. Para la entrada se necesitan los del O para el S, y para la salida los opuestos, y como ambos son frecuentes, y de dia reinan los primeros, hasta las ocho ó las nueve, y los segundos, como son terrales, hasta las mismas horas de la mañana, no hay dificultad para entrar ni salir de este rio. La marejada no impide la entrada, y retardando esta hasta que calmen los vientos que alteran el mar, toda dificultad queda vencida. Los buques que vengan de la parte del N deben precisamente hacer su recalada entre las puntas de Humo y Pullaullau, aproximándose á la costa: tomando por objeto el cerro de Mutrungue, y franqueando la citada boca al ESE, se ceñirán á uno ú otro extremo de ella, segun el viento: tomarán puerto en el rio, en el que anclarán con seguridad en donde les convenga. Con esta misma aproximacion al Pullaulau, y prolongando la costa, franqueando primero la entrada bajo de los mismos principios ya dichos, se asegurará el puerto á las embarcaciones que navegan á la parte del S, y estas lograrán el surgidero que deben desear sin pension alguna, en una bahia que, aunque chica, es excelente. Bien podria extenderme mas, Exmo. Señor, sobre esto punto, pero lo dejo todo á su sábia penetracion.
Segundo, el Rio de Maule, que no puede ser mejor que lo que es, (pues es navegable por ahora 20 y tantas leguas, y si se le echa parte del Rio de Lontué, lo será de 27, y quizás mas), porque no tiene la corriente que manifiesta cerca de la laguna en que estan sus nacientes, ni en la Cordillera, ni menos á cuatro ó cinco leguas de San Agustin de Talca ó al Morro é Infiernillo, pues permite que los buques puedan anclarse con toda seguridad.
Tercero, el Astillero tiene todo cuanto se puede apetecer en un establecimiento de esta clase:—maderas, cáñamo, lino, sebo, brea y alquitran; con tal abundancia de todo, que puede muy bien establecer un comercio muy crecido; tambien se pueden fabricar en él buques mercantes, y fragatas para la real armada, y llevar hasta los puertos intermedios maderas para la construccion de navios de línea, porque sus montañas son inagotables. Esto astillero està de tal modo[74] situado, que tiene capacidad suficiente y fondo para echarlos al agua, y despues concluirlos en la caleta.
Cuarto, los diques los ofrece la situacion misma del puerto, porque á la primera ojeada se ofrecen tres muy superiores: el primero entre la villa y la isla de Vilches, (que es el mejor) el segundo en el mismo astillero, y el tercero, doblando el cerro de Animas, rio arriba, cuyas obras costarán poco, si las dirige un ingeniero hidráulico experto.
Quinto, la caleta ò ensenadita, es una bahia corta, pero muy á propósito para aquel puerto, villa y astillero, y aun para los diques: moderadamente abrigada para los vientos del S, porque en ella se pueden concluir los barcos y tambien descargarlos, cuando el buque calase un poco mas agua de la que permite el fondo del puerto ó de la barra; pues que las embarcaciones se atracarán á tierra, y con cualquier cabo se amarrarán en unas peñas, quedando mas seguras que con la ancla de esperanza y bajo de la boca del cañon, siempre que se fabriquen dos fortines en la boca, ó extremos de la caleta: el primero en el Farallon de Souillac, (que es uno de los tres que hay en la boca del puerto y à la orilla del S de él) el que tendrá dos oficios, que llamo de defensa general: el primero para defender é impedir la entrada de este puerto; cuyo parage tiene una recomendacion muy particular, y es que las embarcaciones no podrán ser apresadas ni ofendidas, ni tampoco naufragar, porque estan abrigadas de los seis farallones que hay en aquel parage, cuyas bocas se deben cerrar porque perjudican mucho al puerto y mucho mas á la barra, y porque de los otros tres farallones, á muy poca costa, se sacarán las piedras para todos ellos, como tambien la concha, en la misma orilla del mar, para hacer la cal, pues que la leña la tienen á mano. Los otros tres farallones que hay en aquel parage, estan unidos entre sí, y en el mismo continente, que sirve de abrigo al amarradero, á la villa, al puerto y al astillero. El segundo fortin se deberá construir en el segundo amarradero, que está en la caleta ó ensenadita, en un parage que llaman la Iglesia de Bouza, cuya artilleria se cruzará con la primera, siempre que los dos cañones se puedan manejar de modo que defiendan la boca ó entrada del citado puerto y la caleta. Con estas cuatro piezas de artilleria se impedirá cualquier desembarco que pudiera intentar el enemigo: pues si lo verificase, toda la campaña y la ciudad de San Agustin de Talca se quedarian en poder suyo, que tendria bastante lugar para saquearlos; y esta resolucion, una vez tomada, seria sin remedio, porque en dos dias concluiria con todo, antes que lo supieran en la capital[75] de este reino, y una vez verificado su desembarco, seria mas que dificultoso desalojarlos.
Sexto, la Nueva Bilbao està muy bien situada, á las márgenes y orilla del S del Rio de Maule, con una regular extension de terreno, suficiente para una buena y cómoda poblacion, y con el mejor puerto de mar de todo este continente. Tiene maderas de toda clase y calidad para construir buques, las cuales ofrecen á estos pobladores otro ramo de comercio muy ventajoso, porque en todos los Puertos Intermedios hasta Lima no hay otra madera que las que se cria en las montañas que circundan la Villa de Bilbao, excepto la isla de Chiloé, que abunda de maderas, con que hacen su retorno. Si se le agrega un lavadero de oro que tiene en sus cercanias, no hay duda de que su comercio puede tomar una muy grande extension.
Séptimo y último, los defectos de la Nueva Villa de Bilbao consisten en primer lugar en que sus pobladores y moradores, que componen en el dia una pequeña comunidad de mil almas, pretenden que se les dén tierras para chacras á la orilla del N del Rio de Maule. Esta division del rio de por medio podría muy bien perjudicar á los seis primeros puntos que acabo de explicar, ó á cualquiera de ellos, siempre que nuestra desgracia permitiera que se verificára el desembarco. Por lo que me parece, que seria mejor darles tierras de chacras en la misma orilla del S, en la que está edificada la ciudad. Pudiera extenderme mas sobre este particular, pero como me contemplo bastante escaso de noticias, lo remito á la experiencia.
Despues de haber terminado este reconocimiento, el dia 23 del pasado, solicité tratar con los gefes que me debian proporcionar el auxilio para mi regreso.
El descubridor D. Santiago Cerro y Zamudio no parece, é ignoro su paradero, por lo que creo caminar sin él, porque no lo necesito. Yo, Señor Exmo., no aspiro á otra cosa mas que al honor de haber cumplido en cuanto se ha dignado mandarme V. E., y no seré poco feliz si alcanzáre su aprobacion.
Nuestro Señor guarde los felices y nobles años de V. E.
San Agustin de Talca, y Diciembre 2 de 1805.
J. SOURRYERE DE SOUILLAC.
Exmo. Señor Virey, Marques de Sobremonte.
El Rio Diamante nace al pié de un gran cerro de este nombre, que es uno de la Cordillera de los Andes, y que no debe confundirse con el Cerrito Diamante, que está aislado á la orilla de este gran rio en la parte S, y forma parte de la cadena que tiene su principio en las cercanías del Fuerte de San José Nepomuceno, y corre N y S hasta los de la Casa Pintada, y desde allí, de O á E con alguna inclinacion al S, hasta la Laguna del Pescado, y al O, comprendiendo el gran Cerro Nevado. Otra cadena de cerritos, que se desprende del mismo Cerro Diamante, corre de E á O, formando un estrecho en aquella pampa, de unas tres leguas de ancho, hasta juntarse con el que llaman del Morro, al S del gran Rio de San Pedro. De manera que los Peguenches estan poblados entre estos cerritos y la Cordillera, y poseen tambien todos los valles que pertenecen á los vertientes de las aguas que corren por el otro lado hasta el Mar Pacífico, en donde los chilenos españoles tienen sus estancias.
De la misma falda del gran Cerro Diamante, por la parte del oriente, y siguiendo las márgenes del rio que lleva su nombre, por tener sus nacientes en él, dirigiéndose aguas abajo con el rumbo del E, hasta el Paso de Aucay. | 6 |
NOTA. — Algunos llaman este paso el de Carretas, pero creo que es sin fundamento, porque no hay vestigio, ni el rio manifiesta que pueda ser, ó haber sido transitable para los carruages. | |
Del Paso de Aucay al de las Salinas. | 6 |
Del Paso de las Salinas al antiguo de Romero, desde donde comienzan las Casas Pintadas. | 14 |
Del Paso antiguo de Romero al nuevo de Telles. | 1/2 |
NOTA. — En este paso atravesé el Rio Diamante, y me[77] dirigí al Rio Atuel, siguiendo las faldas de todos los cerritos de la Casa Pintada, caminando del S para el E. | |
Del Paso nuevo de Telles al de los Horcones, aguas abajo del Diamante, y por la orilla del N. | 14 |
Del Paso de los Horcones á la Punta del Médano. | 4 |
De la Punta del Médano á la Laguna del Pescado. | 3 |
De la Laguna del Pescado hasta la sesteada de los Peguenches, la cual está N y S con la coronilla del Cerro Nevado, á la distancia de seis leguas. | 6 |
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Distancia del Fuerte de San Rafael á la Sesteada. | 53 1/2 |
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NOTA. — Esta falda de la Cordillera de los Andes, de N á S, no está muy conocida, lo mismo que el Rio Diamante. Los changadores ocultan todos estos caminos por sus fines particulares, y los hacendados de la ciudad de Mendoza se contentan con tener conocimiento hasta el Rio Tunuyan. Por otra parte, solo en estos últimos tiempos han poblado este terreno, con motivo del Fuerte de San Carlos, cuyo camino es de carruage como el de Tunuyan. Estos motivos me obligaron á hacer mi reconocimiento para formar un itinerario general. |
Desde la misma falda citada de la Cordillera, caminando para el N, hasta el Arroyo del Carrizalito. | 4 |
Del Arroyo del Carrizalito al de la Faja. | 3 |
Del de la Faja al Arroyo Hondo. | 2 |
Del Arroyo Hondo al de las Cortaderas. | 4 |
Del Arroyo de las Cortaderas al de Papagayo. | 6 |
Del Arroyo de Papagayo al de Juacha, ó Agua Poto. | 10 |
[78] Del Arroyo de Juacha, ó Agua Poto, al gran Rio Tunuyan. | 2 |
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Distancia del principio del Rio Diamante, siguiendo la Cordillera del S para el N, hasta el Rio Tunuyan, en la misma falda y Cordillera citada | 31 |
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NOTA. — Este gran Rio del Tunuyan á corta distancia de la Cordillera se divide en dos brazos: al primero se le dá el nombre de Rio Viejo, y al segundo, el de Rio Tunuyan: ambos se pasan en cualquier parte, cuando las aguas no son muy abundantes, aunque su fondo es muy fangoso.
NOTA. 2.ª — Este camino es el que llevan los Peguenches cuando pasan á Mendoza para comerciar. Es en gran parte muy pedregoso, pero todo el terreno es de pan-llevar; lo mismo que el del Rio Diamante en ambas orillas: por cuyo motivo todo aquel campo está lleno de ganados alzados.
Oficio al Virey de Buenos Aires. | 3 |
Diario del viage de San Agustin de Talca al Fuerte de San Rafael. | 5 |
Oficio al Virey de Buenos Aires sobre dicho viage. | 15 |
Continuacion del diario, desde el Fuerte de San Rafael hasta la Villa de Lujan. | 18 |
Notas del proyecto para hacer navegable el Rio Claro, desde la ciudad de San Agustin de Talca hasta el puerto de la Nueva Bilbao. | 27 |
Itinerario del camino desde la ciudad de San Agustin de Talca hasta la villa y puerto de la Nueva Bilbao, en la boca del gran Rio de Maule. | 29 |
Relacion de un nuevo paso por el boquete del Rio Atuel. | 31 |
Itinerario desde la ciudad de San Agustin de Talca, por el norte, á la de Santiago de Chile y à Valparaiso. | 32 |
Itinerario desde la ciudad de San Agustin de Talca, hasta la Concepcion de Penco. | 37 |
Descripcion de la provincia de Maule. | 38 |
Descripcion geográfica de los campos de San Agustin de Talca. | 41 |
Itinerario desde la estancia del Frutillar, á la orilla del Rio Claro, hasta el puerto de la Nueva Bilbao, en la boca del Rio de Maule. | 58 |
Oficio al Virey. | 72 |
Descubrimiento del gran Rio Diamante, que corre á la orilla de un cerrito aislado de las pampas. | 76 |
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